
Santo Domingo, RD.- El dirigente de la Fuerza del Pueblo y reconocido ingeniero civil, Jeffrey Infante, responsabilizó al Gobierno del PRM y a las fiduciarias de obstaculizar el desarrollo económico al castigar con burocracia, trabas financieras y mala planificación al sector de la construcción, "como si fuera un enemigo en lugar de un aliado del país".
Durante su intervención en un programa de radio, Infante advirtió que el sector de la construcción se desplomó un 1.8 %, según el Banco Central, en lo que va del año, lo que representa una amenaza directa al empleo, a la economía y al derecho a la vivienda.
“La vivienda de bajo costo ya supera los RD$5,000,000. Con tasas bancarias que pasan del 16 % y fiduciarias que dilatan la liberación de fondos a los desarrolladores, ¿qué familia puede comprar y qué constructor puede construir?”, cuestionó.
Infante denunció que muchas fiduciarias han convertido los fideicomisos en un cuello de botella: “Cambian los requisitos, dilatan las cubicaciones y retienen los fondos sin justificación. Eso destruye la confianza y paraliza los proyectos”.
Propuso la necesidad urgente de reformar la Ley 189-11, estableciendo plazos obligatorios para los desembolsos y penalidades para quienes los incumplan. También sugirió implementar tasas hipotecarias fijas a 15 o 20 años, como en Colombia, para permitir que las familias puedan planificar y acceder a una vivienda propia.
Al referirse a la inversión pública, Infante criticó el enfoque del Gobierno: “La entrada a Santiago costó miles de millones, ya ha tenido múltiples accidentes y ha cobrado la vida de muchos ciudadanos. El teleférico pasó por alto los barrios donde vive la gente y le faltan paradas para que pueda ser funcional. Son obras que se realizan para la foto, no para mejorar la vida de los ciudadanos”.
Agregó que el Gobierno ha sacrificado áreas verdes y ha ejecutado proyectos sin realizar estudios de movilidad adecuados, lo que agrava el desorden urbano.
Al finalizar su intervención, Infante reiteró que el país necesita un nuevo pacto entre el Estado, la banca y el sector privado: “La construcción no está pidiendo favores. Está pidiendo que se le permita trabajar, que se eliminen las trabas y que se le otorgue acceso a financiamiento real. Con subsidios bien orientados hacia la cuota mensual del adquirente, con una tasa menor a un plazo mayor, reglas claras y procesos transparentes, el sector puede ser el motor que reactive la economía y devuelva la esperanza a miles de dominicanos”.