Juan Tomás Díaz respalda denuncia por robo de caballos; advierte sobre impunidad judicial y daño a la tradición ecuestre

Santo Domingo.-El destacado empresario dominicano Juan Tomás Díaz, reconocido promotor nacional e internacional de los deportes ecuestres y CEO de United Petroleum y Save the Children, expresó su total respaldo a la denuncia realizada por ganaderos y empresarios del sector sobre el alarmante incremento del robo de caballos en distintas regiones del país.

Díaz subrayó que este delito, muchas veces minimizado por las autoridades judiciales, afecta no solo la economía rural y el deporte, sino también el vínculo afectivo que existe entre los caballistas y sus animales, comparable al que muchos sienten por sus mascotas.

“Es un crimen que no puede seguir siendo pasado por alto. Se requiere una respuesta firme y contundente”, afirmó.

La situación ha sido denunciada por la Asociación de Polo República Dominicana, el Club de Polo Casa de Campo, Puntacana Polo Club, Club de Polo Sierra Prieta, Rancho Americana Polo Club, La Potranca Polo Club y La Bienvenida Polo Team, quienes advirtieron que estos nobles animales son vitales para la vida rural, el deporte ecuestre y el patrimonio cultural dominicano.

A través de una nota de prensa, ganaderos, criadores y ciudadanos preocupados llamaron a las autoridades a reforzar los mecanismos de seguridad e implementar controles más eficaces que disuadan estos actos delictivos, cada vez más frecuentes y agresivos.

“El robo de caballos no solo representa una pérdida económica significativa, sino que atenta contra la seguridad, la cultura y la tradición ecuestre que tantos dominicanos valoramos y promovemos con mucho esfuerzo”, expresó un criador afectado que prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad.

La nota también denuncia que sectores vinculados al mundo del caballo, entre ellos asociaciones ganaderas, clubes hípicos y comunidades rurales, han manifestado su profunda preocupación, indicando que muchas de las denuncias no reciben la atención debida, o los casos reportados quedan impunes, alimentando la frustración, el temor y la sensación de abandono por parte del sistema judicial.