
Los agentes de la Policía Nacional de Haití desplegados en el terreno deben combatir a las bandas criminales y proteger a la población civil. Sin embargo, cada vez más policías son acusados de participar en ejecuciones extrajudiciales en Puerto Príncipe y otras ciudades, según una decena de testimonios recogidos por AyiboPost.
La mayoría de las víctimas son asesinadas en zonas bajo control de las bandas, durante operaciones policiales. Otras son abatidas por portar documentos que revelan su residencia en esos barrios o por sospechas de afiliación a grupos criminales, según informes recientes de organismos de derechos humanos consultados por AyiboPost.
Un testigo del barrio Fontamara, en la tercera circunscripción de Puerto Príncipe, relata que el 23 de junio de 2025 un conductor de mototaxi fue directamente atacado por la policía en la calle La Fleur du Chêne mientras llevaba a un niño al centro escolar. Cuando pasaba por una zona controlada por bandas, dos vehículos blindados de la policía patrullaban. Desde uno de ellos dispararon ráfagas sin que hubiera enfrentamiento. El hombre resultó gravemente herido: una bala le atravesó el rostro y salió por el oído; además recibió múltiples impactos en la pierna izquierda mientras yacía en el suelo, según su hermana.
Otro testigo confirmó haber visto más de tres cadáveres en la avenida Christophe ese mismo día. Esa zona, escenario de enfrentamientos entre policía y miembros de la rama criminal “Viv Ansanm”, sigue siendo peligrosa para los civiles que se aventuran allí.
Según un informe del BINUH (Oficina Integrada de la ONU en Haití), entre el 15 de abril y el 20 de junio de 2025 se registraron más de 800 casos presuntos de violaciones a los derechos humanos durante operaciones antigang. Se documentan ejecuciones sumarias y fallas en proteger a los civiles.
Casos adicionales afectan a barrios como La Saline, Cité‑Soleil y Bas‑Delmas, donde familias informaron desapariciones tras arrestos policiales. Sin embargo, por temor a represalias, muchas familias no denuncian formalmente.
Marie Rosy Auguste Ducéna, de la RNDDH, declaró a AyiboPost que las detenciones se hacen tras verificar la identidad de las personas y clasificarlas según su barrio de origen. "La policía considera bandoleros a quienes provienen de zonas con presencia de bandas, y muchas veces optan por ejecutarlos", afirmó.
El caso de Evenson Calixte, de 28 años y natural del barrio Bel‑Air, ilustra esta grave práctica. Desapareció el 3 de enero de 2025 cuando salió a realizar compras. Testimonios recabados por su esposa indican que agentes policiales lo interrogaron y, al confirmar su procedencia, le dispararon varias veces en la cabeza. Su cuerpo habría sido incinerado cerca de la calle Lamarre, pero nunca se recuperó.
Además, en diciembre de 2024, una brigada policial y grupos de autodefensa habrían ejecutado personas acusadas de pertenecer al gang “Gran grif” en Petite Rivière de l’Artibonite. En esa zona se han identificado fosas comunes y restos humanos junto al río Artibonite, según testigos locales.
De octubre de 2024 a junio de 2025, el BINUH responsabiliza a la Unidad temporal antigang y a la Unidad Departamental de Mantenimiento del Orden por la ejecución de al menos 17 personas sospechosas de pertenecer al gang “Gran grif”. Entre el 9 y 12 de diciembre de 2024, otras 67 fueron ejecutadas en localidades como Bois Laville, Passe‑Barque y Ti Rouge.
Estas acciones han dejado secuelas profundas: sobrevivientes con operaciones costosas, como el conductor de Fontamara que ha pasado por cuatro cirugías y ha gastado más de 200 000 gourdes. Su familia ya no se atreve a buscar asistencia médica en zonas controladas por brigadas policiales por temor a ser estigmatizados como cómplices.
AyiboPost contactó a la Policía Nacional de Haití para comentar estas acusaciones, pero la institución no respondió antes de la publicación del artículo. Entre enero y mayo de 2025, el BINUH registró más de 4 000 homicidios relacionados con bandas criminales, un 24 % más que en el mismo periodo de 2024. Además, entregó a la inspección general de la policía haitiana información sobre 89 casos verificados de ejecuciones extrajudiciales y sus consecuencias, incluidas 165 muertes y 37 heridos.
La viuda de Calixte lleva adelante diligencias en busca de justicia, aunque aún no se ha concretado ningún proceso. “Tuve la sensación de haber sido asesinada yo”, confiesa.
Por: Ayibopost
Traducido del creole haitiano al español