
Cotuí, — Con consignas de lucha y banderas rojas al viento y miles de personas, provenientes de comunidades locales y de otras provincias, acompañados por organizaciones de izquierda, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Coordinadora Popular Nacional, marcharon el pasado domingo desde el Puente sobre el Río Icaco hasta el Parque Indio Cotoy, en un contundente rechazo a la construcción de la presa de cola cerca del río Naranjo y a las operaciones de Barrick Gold en la provincia Sánchez Ramírez.
La movilización, la segunda en dos meses, marcó el retorno de las fuerzas de izquierda a las calles, aliadas al movimiento popular y a comunidades afectadas por la minería.
La protesta, convocada por el Bloque de la Unidad y el Desarrollo Cotuisano, la Organización de Derechos Humanos y la Comisión de Campesinos de la Zona Minera, recorrió emblemáticos barrios como Los Pomos, Libertad, Acapulco, Esperanza, Los Cajuiles, Pueblo Nuevo, La Gallera.
En cada punto, los manifestantes denunciaron los estragos de la minería: ríos contaminados, tierras expropiadas y aire envenenado. “Zambrana Abajo no está sola, Cotuí no está solo”, gritaban al ritmo de tambores y consignas contra el gobierno de Luis Abinader, a quien acusan de “entregar el país a los oligarcas y a las transnacionales”.
El acto central en el Parque Indio Cotoy fue emotivo y combativo. Tras entonar el Himno Nacional Dominicano, se leyó un documento respaldado por la Coordinadora Popular Nacional —que agrupa a decenas de organizaciones populares y ambientales—, donde se exigió:
"La CNP apoya con todas sus fuerzas la Marcha contra la Barrick Gold.
No necesitamos mas presa de cola. Es un peligro muy grande para nuestro país.
Queremos que la Barrick se vaya"
Vocero de la Coordinadora Popular Nacional, el economista Héctor Turbí

La Coordinadora Popular Nacional, en un documento obtenido por la redacción, se refirió a los casos de represión y violaciones a derechos humanos en la zona minera indicando: “No es solo ecología, es justicia social”.
También anunciaron que la marcha era solo el inicio de un plan de lucha escalonado que incluirá:
“Este gobierno, el de los oligarcas, firmó la sentencia de muerte de nuestra provincia. Pero hoy le decimos: ¡Aquí está el pueblo organizado.
La Izquierda Retoma las Calles
La marcha destacó por la visible presencia de organizaciones de izquierda, cuyas banderas no se veían en

manifestaciones populares desde hace años. Colectivos el Partido Comunista del Trabajo(PCT), el Movimiento Caamañista (MC), el Movimiento Popular Dominicano (MPD), el Partido Patria Para Todos/as (PPT), el Referente de La Izquierda Dominicana (RID) y la Fuerza de la Revolución (FR) marcharon junto a campesinos, estudiantes y defensores de derechos humanos, mostrando una unidad inédita frente al modelo extractivista.
“Si Abinader no retrocede, el pueblo avanzará. Esto no para”, advirtieron.
“Nos declaramos en movilización permanente. Esto no es solo una protesta, es un llamado a la organización popular”, señala el texto.
El apoyo de la CPN y de diversas fuerzas de izquierda tuvo un significado político de fondo:
La marcha del 10 de agosto fue exitosa porque trascendió el plano de la protesta local para convertirse en un símbolo de unidad popular y resistencia nacional. La convergencia entre la Coordinadora Popular Nacional, las organizaciones de izquierda y las comunidades afectadas mostró que la defensa del agua y la vida puede ser el eje aglutinador de un movimiento social más amplio y con mayor capacidad de presión política.