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Washington/Caracas.- La tensión en Venezuela está en aumento debido al despliegue de buques de guerra, aviones y marines de Estados Unidos cerca de las costas del país.
¿Se está planificando una posible invasión en Venezuela? Esta es una de las preguntas y preocupaciones que han surgido tras las maniobras militares de la administración del presidente Donald Trump.
El despliegue ocurre semanas después, en medio de crecientes controversias y tensiones entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, a raíz de las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien acusó al presidente Nicolás Maduro de ser el líder del Cartel de Los Soles.
Además de considerar ilegítimo el régimen de Venezuela, Estados Unidos ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por la captura del presidente Maduro.
Las tensiones son ahora más evidentes y crecientes con el despliegue militar cerca de las costas de Venezuela, una acción que no se había llevado a cabo desde la invasión de Panamá a finales de la década de los ochenta.
Al margen del matiz político que la acción pueda implicar, se alega que con la operación se busca combatir el narcotráfico en la región.
El Pentágono ha divulgado la versión de que el despliegue cerca de Venezuela tiene como objetivo enviar un mensaje a las organizaciones criminales que la administración de Trump califica como "terroristas".
La operación se pone en marcha tras la firma de una orden ejecutiva de Trump que autoriza el uso de fuerzas militares contra los cárteles de drogas en América Latina.
Se ha especificado que la fuerza del operativo se centra en el Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato (Iwo Jima Amphibious Ready Group), liderado por el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, que es una flotilla que funciona como un portaaviones en miniatura, un centro de mando flotante diseñado para proyectar poder en tierra.
Además, se incluye el buque de transporte anfibio USS San Antonio y el buque de desembarco USS Fort Lauderdale, capaces de transportar y desplegar una fuerza de asalto con amplio poder.
El despliegue militar de Estados Unidos en las proximidades de Venezuela se produce después de que la Fiscalía General informara sobre la incautación de mansiones y otras propiedades del presidente Maduro, valoradas en 700 millones de dólares, tanto en República Dominicana como en Florida.
La Casa Blanca mantiene una posición firme contra Maduro: “No es un presidente legítimo, es un fugitivo, líder de un cartel narcoterrorista, y debemos llevar a los responsables ante la justicia”.
