Diputados alertan sobre crisis de salud mental tras muertes de menores a manos de sus padres

Santo Domingo. – La muerte de al menos cinco menores de edad a manos de sus padres o tutores en las últimas dos semanas ha encendido las alarmas en la sociedad dominicana y en el Congreso Nacional.

Legisladores de diferentes partidos coinciden en que estos hechos reflejan una profunda crisis de salud mental que el país no está enfrentando con la urgencia que requiere.

El diputado del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Aníbal Díaz, señaló que tras la pandemia de COVID-19, la salud mental se ha deteriorado drásticamente:

“De cada 100 personas, al menos 30 presentan algún problema de salud mental, y en la mayoría de los casos no hay diagnóstico ni tratamiento. El sistema está de espaldas a esta realidad”, advirtió.

Díaz informó que volverá a someter un proyecto de ley para garantizar el acceso a servicios de salud mental, así como su promoción, prevención y tratamiento. También abogó por ampliar la cobertura de las aseguradoras a psiquiatras, psicólogos y profesionales del área.

Actualmente, menos del 0.3 % del presupuesto en salud es destinado a salud mental, y muchos centros médicos carecen de unidades especializadas.

Desde San Pedro de Macorís, el diputado Miguel Arredondo hizo un llamado a priorizar la prevención:

“Este tema se ha complicado. Debemos actuar desde temprano, antes de que los problemas se salgan de control. La salud mental necesita más recursos y voluntad política.”

Por su parte, el legislador Jorge Manuel Zorrilla también anunció un proyecto que busca instruir al Poder Ejecutivo a construir un gran centro nacional especializado en salud mental.

“Este tipo de trastornos pueden afectar a cualquier persona, sin importar su nivel económico. Tenemos que normalizar el hecho de buscar ayuda”, señaló.

En una línea similar, el diputado Charlie Mariotti Paz (PLD) lamentó que, pese a la gravedad de estos casos, el nuevo Código Penal no haya logrado incluir penas más severas por crímenes contra menores de edad.

El domingo pasado, una mujer de 36 años en el sector Ensanche Isabelita, en Santo Domingo Este, envenenó a sus tres hijos —de 7, 9 y 11 años— y luego se quitó la vida con la misma sustancia.

Ese mismo día, en el sector Los Guandules del Distrito Nacional, un niño de un año y ocho meses murió presuntamente asfixiado por su padre.