
Santo Domingo, RD. – Varios sucesos de carácter criminal, que ponen en evidencia la ausencia de políticas públicas para atender la creciente crisis de salud mental de los dominicanos han estremecido al país en las últimas semanas. Desde infanticidios hasta feminicidios brutales y asesinatos dentro del núcleo familiar.
El pasado 23 de julio, el lujoso condominio Dorado IV, ubicado en el ensanche Naco del Distrito Nacional, fue el escenario de un ataque salvaje. Jean Andrés Pumarol Fernández, de 30 años, armado con un cuchillo, arremetió contra los residentes del edificio, matando a Ivonne Handal, una señora de 70 años, e hiriendo al menos a cinco personas más. El incidente sembró el pánico en la comunidad y encendió las alarmas sobre el estado mental del agresor, quien, según versiones no oficiales, presentaba alteraciones psicológicas evidentes.
En lo que va del mes de agosto, al menos cuatro niños han muerto a manos de sus propios padres en distintos puntos del país. En un caso estremecedor, Pennsylvania Jiménez Valdez envenenó a sus tres hijos (de 11, 9 y 7 años) y luego se quitó la vida. En una nota encontrada en la escena del crimen, escribió: “Era mucho para mí sola. No podía dejar a mis hijos en este mundo tan cruel”.
Pocas horas antes, Dionys Zabala Reyes fue arrestado por presuntamente asfixiar a su hijo de un año y ocho meses.
Los feminicidios no han dado tregua. Solo en julio, ocho mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. Historias de horror en cada esquina del país:
Elania Galarza Cabrera (35) y su madre Beatriz Cabrera (65), asesinadas por la expareja de Elania.

Mindalis Núñez (31), madre de cinco, ejecutada por su pareja tras una discusión.

Selis Mercedes Sánchez Germán (45), maestra, asesinada junto a su esposo por su ex, quien también intentó matar a su hija.

Julissa Altagracia Gómez tenía 51 años. Se convirtió en víctima fatal tras recibir una brutal golpiza por parte de su pareja, que le causó muerte cerebral seis días después del ataque. Madre de cuatro hijos adultos, fue uno de ellos quien la encontró en condiciones críticas. Antes de perder el conocimiento, Julissa pudo señalar a su agresor. La agresión tuvo lugar el 9 de junio en el sector Camboya, en Santiago.
ELLA SE LLAMABA NOEMI MARTE ENCARNACIÓNTenía 38 años. Trabajaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores. La mató a puñaladas su pareja, que también asesinó al hijo de siete años de la víctima. Después de cometer el doble asesinato, intentó violar a su hijastra de quince años. Ocurrió el 18 de junio en el sector El Progreso, en el municipio Los Alcarrizos, Santo Domingo Oeste.
ELLA SE LLAMABA BONA DELFA LÓPEZTenía 45 años. La mató de un cartuchazo en el pecho su expareja, de quien tenía seis meses separada. Ocurrió el 21 de junio en el sector El Mamón, San Juan de la Maguana.
ELLA SE LLAMABA YESSICA JOSÉNo se publicó su edad. Su cadáver con signos de ahorcamiento fue encontrado en la casa donde residía. Según versiones de medios locales, la pareja de la víctima habría avisado a los vecinos y a las autoridades, desapareciendo después. Ocurrió el 29 de junio en el barrio San José, en Duvergé.
ELLA SE LLAMABA MARÍA TERESA ESPINALESTenía 40 años. La mató a balazos su expareja, de quien se había separado dos semanas antes. El feminicida esperó la llegada de su víctima a la casa, disparándole a quemarropa. Ocurrió el 21 de julio en paraje Muchas Aguas, del municipio de Cambita Garabitos, San Cristóbal.NESLA GARSONTenía 19 años. La mató a golpes en la cabeza y en la cara su pareja, en la casa que ocupaban. Al darse cuenta de lo ocurrido, los vecinos tomaron la justicia en sus manos y lincharon al feminicida. Ocurrió el 27 de julio en el sector Los Cocos, del barrio Capotillo.
ROSELIN FORTUNATOTenía 24 años. Era empleada del Metro. La mató a balazos su expareja, quien también disparó a su exsuegra cuando intentó evitar que matara a su hija.
Ella era EDILENIA CUSTODIOTenía 27 años. La mató a puñaladas su pareja, quien también hirió gravemente a la hija de once años de su víctima.
Y por ultimo y más reciente donde La noche del 24 de agosto, Mildred fue asesinada por su hermano José Guerrero Quezada, de 38 años, la cual la descuartizó
Mildred fue vista por última vez a las 7:40 p. m., trabajando en una banca Loteka ubicada en la carretera Mao–Santiago Rodríguez. Vestía un abrigo gris, que más tarde sería hallado con múltiples perforaciones de arma blanca.
El derecho penal tiene el deber de salvaguardar el bien jurídico de la “vida” sin importar el género de la persona afectada. La tipificación del feminicidio como un delito separado genera un criterio discriminatorio dentro del sistema penal, al establecer sanciones diferenciadas según el género de la víctima.