Los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres: una tendencia global que urge visibilizar

En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la OMS destaca la alarmante disparidad de género en las tasas de suicidio y llama a "cambiar el discurso" para romper el estigma.

La disparidad de género en las tasas de suicidio sigue siendo uno de los aspectos más preocupantes de esta crisis global de salud pública. En España, cerca de doce hombres por cada 100.000 habitantes se quitan la vida, mientras que la tasa entre las mujeres es de 4,1, casi tres veces menor, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta diferencia no es exclusiva del caso español. En países como Lituania, Hungría y Polonia, la brecha es aún más pronunciada, con tasas de suicidio masculinas cuatro veces superiores a las femeninas. Por su parte, Corea del Sur presenta la tasa más alta entre mujeres en los países de la OCDE, con 14 casos por cada 100.000 habitantes.

Este 10 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la OMS lanza un fuerte llamado a la acción bajo el lema: "Cambiar el discurso sobre el suicidio". El objetivo, explican, es romper con el silencio y el estigma que rodean esta problemática y fomentar una cultura de comprensión, apertura y apoyo.

Si bien los datos más visibles corresponden a países de la OCDE, el suicidio afecta gravemente también a las regiones de menores ingresos. En África, por ejemplo, la tasa promedio en 2019 fue de 11,2 suicidios por cada 100.000 habitantes, superior al promedio mundial de 9,0. Lesoto, con 87,5, y Esuatini, con 40,5, lideran las estadísticas globales.

La OMS advierte que el 77% de los suicidios en 2019 ocurrieron en países de ingresos bajos y medios, donde además se enfrentan a un problema adicional: la falta de datos fiables, que impide dimensionar plenamente el alcance del fenómeno.

Ante este panorama, expertos y organizaciones insisten en que la prevención requiere no solo intervenciones clínicas, sino también un cambio cultural profundo, capaz de desafiar los roles de género, atender la salud mental como una prioridad global y garantizar que hablar del suicidio deje de ser un tabú.