
ESTADOS UNIDOS. -Mike Tyson volverá a subir al ring en 2026, esta vez para enfrentar a Floyd Mayweather en un combate de exhibición que ya genera expectativa y controversia. “Iron Mike”, que cumplirá 60 años en julio próximo, ha confirmado el acuerdo para medirse con el estadounidense de 48 años.
El anuncio llega menos de un año después de su regreso al boxeo frente a Jake Paul, una pelea realizada en noviembre de 2025 en el estadio AT&T de Texas. Aquella exhibición, criticada por muchos, terminó con una derrota por decisión para Tyson, quien mostró señales evidentes del paso del tiempo.
Su decisión de volver a ponerse los guantes contra Mayweather ha despertado reacciones encontradas en el mundo del boxeo. Para algunos aficionados, representa un espectáculo nostálgico entre dos leyendas. Para otros, en cambio, refleja el riesgo y la polémica de ver a Tyson compitiendo a una edad tan avanzada.
Durante una reciente aparición en el programa Today Show, Tyson fue cuestionado por sus motivaciones para regresar. Con evidente pausa, explicó que su intención era demostrar su grandeza. Incluso compartió que su hijo de 14 años le preguntó directamente: “¿Por qué haces esto?”, dejándolo inicialmente sin respuesta.
El excampeón relató que su contestación surgió desde la emoción. “Le dije que era el mejor que jamás haya existido. Por eso lo hago”, afirmó. Más adelante, admitió que su verdadera motivación va más allá de la nostalgia deportiva: “Tengo que hacerlo, es lo único que sé hacer”.
Tyson también reconoció el peso económico que siempre acompañó a su carrera. “Gané más dinero a los 50 que a los 20, y solo tuve cuatro peleas en mis 50. Ahora, a los 60, el dinero no significa nada. Puedo cuidar de la gente que quiero”, señaló.
Analistas deportivos consideran que tanto la promesa de otra gran bolsa económica como el temor de dejar atrás la identidad construida en el ring explican en buena medida su decisión. Esta combinación ha llevado a muchos púgiles a prolongar carreras más allá de su mejor momento competitivo, con resultados dispares.
El caso de Roy Jones Jr, quien aseguró que se retiraría antes de que el boxeo lo retirara, es un ejemplo. Terminó peleando hasta sus cuarenta largos. Tyson, en la misma línea, parece seguir un patrón común entre grandes campeones que se resisten a abandonar definitivamente el cuadrilátero.
Mayweather, por su parte, ha realizado varias exhibiciones desde su retiro en 2017, aunque con rivales seleccionados cuidadosamente. Ha preferido medirse con celebridades, influencers o figuras mediáticas, evitando enfrentar a profesionales consolidados. Sin embargo, la posibilidad de boxear con un ex campeón indiscutido de peso pesado representa un desafío distinto.
En su carrera, Mayweather conquistó títulos mundiales desde el peso superpluma hasta el superwelter, manteniendo un récord invicto. Tyson, en contraste, marcó una época como monarca indiscutible de los pesos pesados en los años 80 y 90. El cruce de estilos y divisiones aporta atractivo, aunque la pelea difícilmente trascienda como algo más que un espectáculo.
El combate, previsto para la primavera de 2026, se perfila como una exhibición destinada a generar interés mediático y económico, más que a ofrecer competitividad deportiva. Para Tyson, representa una nueva oportunidad de mostrarse vigente; para Mayweather, otra demostración de que sigue capitalizando su nombre en el boxeo.