
Nueva York.- La ciudad de Nueva York se convierte este lunes en el epicentro de un renovado impulso diplomático: decenas de líderes mundiales se reúnen en una cumbre internacional convocada por Francia y Arabia Saudita para promover el reconocimiento del Estado palestino y reactivar la solución de dos Estados.
La cita, que se desarrolla en la antesala de la Asamblea General de la ONU, se produce en un contexto marcado por la ausencia de Israel y Estados Unidos, quienes han decidido boicotear el encuentro, y bajo la expectativa de que varios países anuncien formalmente su reconocimiento a Palestina.
El objetivo central de la cumbre es doble: consolidar el respaldo internacional a la creación de un Estado palestino independiente y definir una hoja de ruta concreta que permita avanzar hacia una solución negociada al conflicto. Francia, con el presidente Emmanuel Macron a la cabeza, busca liderar este proceso tras su anuncio en julio de que su país reconocerá a Palestina.
Arabia Saudita, representada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, coorganiza el evento, aunque ambos líderes intervendrán por videoconferencia y no de manera presencial.
Entre los asistentes figuran representantes de Reino Unido, Canadá, Australia, Portugal y otros países que han manifestado su disposición a sumarse al reconocimiento. La agenda prioriza el cese al fuego en Gaza, la liberación de rehenes y el acceso sin restricciones de ayuda humanitaria, según detalló el ministro de Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, quien subrayó que la llamada Declaración de Nueva York “no es una promesa vaga para un futuro lejano, sino una hoja de ruta que comienza con las prioridades principales”.
Reacciones de Israel y Estados Unidos
La reacción de Israel y Estados Unidos ante la convocatoria ha sido tajante. El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, calificó la cumbre de “circo” y sostuvo que “no creemos que sea útil. De hecho, pensamos que está premiando el terrorismo”.
Las autoridades israelíes han advertido sobre posibles represalias, entre ellas la anexión de parte de Cisjordania ocupada y medidas bilaterales específicas contra Francia. Por su parte, la administración estadounidense ha alertado sobre consecuencias para quienes adopten medidas contrarias a Israel, incluyendo a París. Ambos gobiernos consideran que los esfuerzos internacionales para reconocer a Palestina resultan perjudiciales y los han tildado de maniobras publicitarias.
En paralelo, la Asamblea General de la ONU ha respaldado recientemente una declaración de siete páginas que establece pasos “tangibles, con plazos definidos e irreversibles” hacia la solución de dos Estados, al tiempo que condena a Hamas y exige su desarme. Este documento, que será uno de los ejes de la discusión en la cumbre, ha sido recibido con escepticismo por Israel y Estados Unidos, que lo consideran contraproducente.
Francia, en cambio, insiste en que el plan debe comenzar con un alto el fuego y la liberación de rehenes, para luego abordar el futuro político y la reconstrucción de Gaza.