
El supertifón Ragasa, calificado por las autoridades meteorológicas chinas como el más poderoso del planeta en lo que va de 2025, avanza con vientos de hasta 260 km/h hacia la costa meridional del gigante asiático tras dejar miles de evacuados en Taiwán y tres muertos a su paso por Filipinas.
La situación es especialmente preocupante en la provincia china de Cantón, donde se ha activado la alerta máxima y se ha ordenado el desplazamiento preventivo de 400.000 personas.
Además, las autoridades han advertido de que Ragasa, que alcanzó la categoría de supertifón el domingo, podría convertirse en el tifón de mayor impacto en Shenzhen desde 2018, con vientos de hasta 260 km/h y lluvias acumuladas de 300 milímetros.
La ciudad suroriental china de Cantón ordenó hoy la aplicación de las medidas conocidas como «cinco paros» (suspensión de clases, trabajo, producción, transporte y actividad comercial) ante el inminente impacto del supertifón Ragasa en las próximas horas.
Las autoridades esperan que el tifón «afecte gravemente» a la urbe, por lo que los dispositivos de emergencia y los servicios esenciales de abastecimiento de agua y electricidad, gas, telecomunicaciones y atención sanitaria quedarán exentos de estos paros.
A partir de las 19.00 hora local (11.00 GMT), los empleadores deberán anunciar la suspensión del trabajo y ofrecer la protección necesaria al personal que deba permanecer en su puesto.
Dos horas más tarde, la operación de supermercados, mercados de abastos, restauración, recintos de ocio, parques y zonas escénicas, así como los servicios de reparto de comida y mensajería quedará paralizados en la ciudad, de 18 millones de habitantes.
En Taiwán, la Administración Meteorológica Central (CWA) levantó este martes la alerta terrestre por el supertifón Ragasa, que continúa dejando intensas precipitaciones en la mitad oriental de la isla tras haber cruzado el canal de Bashi.