Temístocles Montás, dirigente del PLD, advierte sobre deterioro institucional

Santo Domingo, RD.- Temístocles Montás, vicepresidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), considera que, para estabilizar las expectativas ciudadanas y recuperar la confianza de los dominicanos en el sistema político, "es urgente que el gobierno dé un salto cualitativo en integridad ética y en la calidad de los servicios públicos, con resultados visibles en los próximos meses".

La aseveración de Montás se destaca en el trabajo semanal que publica en los periódicos Hoy y Vanguardia del Pueblo esta semana, bajo el título “Populismo, fatiga de gobierno y la urgencia de resultados tangibles”.

En la introducción del artículo, el vicepresidente del PLD cita los factores que, a su juicio, están erosionando la gobernabilidad.

“El primero se asocia con las denuncias y evidencias judicializadas de corrupción en el aparato estatal; el segundo está relacionado con la implicación de militantes del partido de gobierno en tramas de narcotráfico y lavado de dinero; el tercero se vincula a la percepción de deterioro en la calidad de servicios públicos esenciales (salud, educación, agua, seguridad, transporte, entre otros); y el cuarto se corresponde con una percepción creciente de enfriamiento económico, acompañado de presiones en precios, empleo e ingresos reales”, señala.

En ese sentido, afirma que la combinación de estos factores, más que un cúmulo de incidentes aislados, configura un “síndrome de fatiga de gobierno” que, si no se corrige, podría derivar en una pérdida acelerada de legitimidad y eficacia estatal.

Temístocles Montás considera que existe un riesgo real de que se erosione la gobernabilidad, y que dicho malestar crece cuando se combinan el enojo moral, la ansiedad económica y la sensación de un Estado ausente.

“Si la inercia persiste, el país enfrentará un deterioro institucional con costos políticos, económicos y sociales”, afirma Montás, sugiriendo que, en ese contexto, la oposición debe actuar con responsabilidad: “La ciudadanía no solo sanciona lo que está mal, también premia a quien ofrece una salida creíble”, concluyó.