
Una caravana humanitaria encabezada por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, fue atacada la noche del domingo en la provincia de Imbabura, uno de los principales focos de las protestas sociales que sacuden al país desde hace una semana. Así lo confirmó este lunes la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia, que calificó el hecho como un “ataque criminal” ejecutado por “grupos violentos infiltrados”.
El convoy, que transportaba alimentos, combustible y productos esenciales para las comunidades afectadas por los bloqueos, se dirigía a zonas vulnerables cuando fue interceptado en Otavalo. “Nos respondieron con violencia”, escribió el propio presidente en su cuenta de X (antes Twitter).
La caravana incluía a varios ministros del Gobierno, así como representantes internacionales, entre ellos el nuncio apostólico Andrés Carrascosa, la embajadora de la Unión Europea, Jekaterina Doródnova, la coordinadora residente de la ONU, Laura Melo, y el embajador de Italia, Giovanni Davoli.
Doródnova relató que el convoy fue agredido con piedras y obstáculos en la vía. “Hemos visto bloqueos, troncos de árboles y algunos golpes contra el auto. Consideramos que todos tienen derecho a manifestarse, pero pacíficamente”, declaró.
Mientras tanto, las protestas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) continúan extendiéndose, con la provincia de Imbabura como epicentro. La tensión aumentó el domingo tras la denuncia de la muerte de Efraín Fuerez, un comunero kichwa de 46 años, presuntamente abatido por miembros de las Fuerzas Armadas durante una operación de control. La organización indígena acusa directamente al Gobierno de represión.
El paro nacional se originó tras el anuncio de Noboa de eliminar el subsidio al diésel, una medida económica que fue rechazada de inmediato por amplios sectores sociales. A esta demanda se han sumado exigencias relacionadas con la salud, educación, seguridad, derechos colectivos, oposición a la expansión minera y rechazo a una eventual Asamblea Constituyente impulsada por el mandatario.
Entre los reclamos más urgentes también se encuentran la reducción del IVA del 15% al 12% y la liberación de manifestantes detenidos en el marco de las movilizaciones.
La situación en Ecuador sigue siendo delicada, con un creciente clima de tensión entre el Ejecutivo y las organizaciones sociales. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención los acontecimientos, especialmente tras el ataque al convoy presidencial y la presencia de diplomáticos extranjeros en el hecho.