
Santo Domingo, RD.- Con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, el 1 de octubre, la Fundación Manos Arrugadas lleva a cabo la Jornada de Salud y Vida, ofreciendo servicios de odontología, oftalmología, vacunación, consultas de atención primaria, charlas, entrega de medicamentos, multivitamínicos, antigripales, alimentos nutritivos, pantuflas y atenciones personales para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
La fecha está dedicada a prestar atención a los adultos mayores, reconocer su contribución al desarrollo de la sociedad y analizar los desafíos y oportunidades que presenta la extensión de la esperanza de vida de la población a nivel mundial.
La Fundación Manos Arrugadas promueve políticas que fomentan una longevidad activa, productiva y en bienestar humano, protegen los derechos y espacios para adultos mayores, y promueven una sociedad inclusiva para todas las edades.
Gianni Paulino, presidenta de la institución, nos comenta: "Suena bonito 'extensión de la vida', es decir, prolongar la duración promedio de la vida de una persona, que actualmente es de 72, 74 o 76 años, dependiendo del país y de las condiciones de vida del adulto mayor. Es una bendición cuando alcanzamos la vejez soñada, pero alargar años de sufrimiento, penuria económica, enfermedades y desprotección es un infierno".
Debemos garantizar el respeto a los derechos fundamentales de las personas adultas mayores, como el acceso a una atención médica de calidad que incluya la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas, así como el acceso a la educación continua, la formación y la capacitación para empoderar a las personas mayores, de modo que puedan ser productivas y saludables a lo largo de los años. Además, debemos concienciar a los hijos sobre su responsabilidad hacia sus progenitores, para que estos no se sientan solos ni abandonados.

Para enfrentar los desafíos que presenta la extensión de la esperanza de vida, es innegable la necesidad de participación intergeneracional para empatizar, aprender y contribuir al bienestar mutuo de dos generaciones con estilos de vida tan distantes. Esta relación solo puede ser salvada por el lazo del amor, el respeto y el reconocimiento; de lo contrario, ambas generaciones, adultos mayores e hijos, solo obtendrán como resultado de sus acciones la soledad, asegura la activista social dominicana.
La Jornada Salud y Vida contó con la colaboración de la Universidad Odontológica Dominicana, Óptica Multivisión, el Ministerio de Salud Pública, médicos voluntarios, jóvenes del Instituto Montessori, así como con las donaciones de la Fundación Ramón Álvarez, la Fundación Cruz Jiminián, Sanando una Nación y pantuflas proporcionadas por el Hotel Las Mercedes. Se ofrecieron charlas y servicios a cientos de adultos mayores en la Zona Colonial de Santo Domingo.