
El cierre del Gobierno federal estadounidense alcanzó este lunes su quinta semana, y el sector del transporte aéreo empieza a sentir las consecuencias.
La falta de pago a empleados esenciales, incluidos los controladores de tráfico aéreo, podría generar ausencias laborales que afecten la operación normal de los aeropuertos.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió en la red social X que los controladores dejarán de recibir su salario a partir de mañana, tras visitar una torre de control en Cleveland, Ohio.
“¡Esto no está bien!”, enfatizó, alertando sobre la gravedad de la situación.
Actualmente, 730.000 trabajadores federales esenciales siguen laborando sin remuneración, a la espera de que se apruebe un nuevo presupuesto que ponga fin al cierre.
La escasez de personal en el control aéreo, ya un problema crónico, agrava la vulnerabilidad del sistema, a pesar de los programas de formación acelerada y los incentivos para retener a empleados experimentados.
El cierre actual amenaza con repetir los efectos del histórico paro de 35 días entre diciembre de 2018 y enero de 2019, cuando las ausencias por enfermedad de los controladores provocaron retrasos masivos en vuelos. Solo el fin de semana pasado se registraron más de 8.000 retrasos a nivel nacional, y cerca de 3.000 este lunes, principalmente debido a estas ausencias.