
El Ministerio Público depositó ante la Oficina Coordinadora de los Juzgados de la Instrucción del Distrito Nacional la acusación formal contra los integrantes de la Operación Búfalo NK, una de las estructuras de narcotráfico y lavado de activos desmanteladas en los últimos años.
La instancia fue presentada por el procurador adjunto Wilson Camacho, titular de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público, junto a un equipo de fiscales especializados en crimen organizado.
Según el expediente, la red operaba bajo una estructura transnacional integrada por ciudadanos de Colombia, Venezuela y República Dominicana, con conexiones en Puerto Rico, Estados Unidos y Europa.
El principal acusado, Isidoro Rotestán Clase, fungía como financista y administrador del lavado de activos, tomando decisiones sobre cargamentos de drogas, sobornos y adquisición de bienes para blanquear capitales.
Otros implicados dominicanos desempeñaban funciones logísticas: coordinación de embarcaciones, transporte, almacenamiento y distribución de cocaína en el país. Asimismo, varias empresas vinculadas a los acusados eran utilizadas como fachadas para canalizar fondos ilícitos.
Las investigaciones revelan que la red movilizaba unas seis toneladas de cocaína al año, empleando embarcaciones pesqueras, lanchas rápidas tipo Go Fast y sistemas de comunicación encriptados, lo que evidencia un alto nivel de sofisticación tecnológica y operativa.
Durante el proceso, las autoridades documentaron doce operaciones de narcotráfico, de las cuales seis fueron neutralizadas, logrando la incautación de 1,824 kilogramos de cocaína.
Antes de la presentación formal de la acusación, el Ministerio Público había ejecutado amplias incautaciones relacionadas con Rotestán Clase y sus supuestos testaferros. Entre los bienes ocupados figuran:
Seis autobuses valorados en RD$24.45 millones,
Cuatro embarcaciones,
Siete inmuebles estimados en RD$60 millones,
además de propiedades previamente confiscadas, entre ellas una finca en Puerto Plata, vehículos de lujo, dinero en efectivo, un centro de bebidas y lavado de autos, un penthouse en Bella Vista y un apartamento en otro sector del Distrito Nacional.
La Operación Búfalo NK, desarrollada en septiembre de 2024, fue ejecutada por el Ministerio Público, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el Ministerio de Defensa, agencias de inteligencia nacionales, la DEA y el Comando Sur de Estados Unidos.
El operativo, que contó con la participación de 17 fiscales, se desplegó simultáneamente en Puerto Plata, Nagua, San Pedro de Macorís, Hato Mayor, La Romana y el Distrito Nacional, logrando golpear de manera contundente a una red que utilizaba el Caribe como puente estratégico para el envío de cocaína hacia Norteamérica y Europa.