
La circunvalación de Baní, presentada en agosto como una de las obras viales más importantes para descongestionar el tránsito en la región Sur, enfrenta hoy un panorama opuesto al de su inauguración: maquinarias pesadas, montañas de arena y carriles destruidos marcan el tramo que debía simbolizar avance e infraestructura moderna.
A pesar de haber sido inaugurada hace apenas dos meses, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ejecuta trabajos de reparación en varios puntos de la carretera, sin ofrecer información técnica ni justificar públicamente las razones que motivaron la intervención.
Según el periódico Listín Diario, los operativos de reparación han obligado al cierre total del tránsito, mientras brigadas estatales trabajan en toda la extensión de la vía. Los reporteros del medio constataron que los empleados del MOPC se negaron a dar declaraciones o permitir la toma de fotografías, alegando falta de autorización.
Las reparaciones se producen tras la aparición de grietas y hundimientos reportados en la entrada de Galeón, observados semanas después de la inauguración. En esa ocasión, las autoridades colocaron barreras plásticas para impedir la circulación de vehículos sobre las zonas dañadas.
La vía, de 19.8 kilómetros de longitud y 17 puentes, fue inaugurada el 14 de agosto por el presidente Luis Abinader. Su construcción comenzó en noviembre de 2020 con un presupuesto inicial de 2,200 millones de pesos, pero posteriores licitaciones elevaron el costo a casi 6,000 millones.
Mientras los trabajos continúan bajo reserva oficial, crece la incertidumbre ciudadana sobre la calidad de la obra y la transparencia en su ejecución, en una carretera que nació con la promesa de desarrollo, pero que hoy refleja señales de deterioro prematuro y silencio institucional.