
Santo Domingo, RD.- En una crónica que cuenta la historia de los españoles en la República Dominicana el periodista Eduardo Lagar, del diario La Nueva España, refiere sobre la Fundación de la Inmigración Española en República Dominicana (Finmiesp), que busca rescatar y preservar el aporte de los asturianos a este país caribeño, haciendo énfasis en la familia Vitienes Colubi.
El pasado 31 de octubre, el Archivo de Indianos inauguró una sala dedicada a los astur-dominicanos, donde Vitienes encabezó el izado simbólico de la bandera dominicana en los jardines de la Quinta Guadalupe, sede del museo en Colombres.
Según explicó el empresario, la idea surgió tras una visita al museo asturiano:
“Sentí sana envidia al ver representados a México, Argentina o Chile, pero no a República Dominicana. Pensé que había que hacer algo para rescatar esa parte de la historia”.
Así nació Finmiesp, que logró reunir a 29 socios fundadores —más del doble de los inicialmente previstos—, con el objetivo de recopilar las historias y genealogías de los inmigrantes españoles en República Dominicana. Aunque el proyecto comenzó centrado en Asturias, pronto amplió su alcance a todas las regiones españolas, bajo la convicción de que “la unión hace la fuerza”.
El padre de José Vitienes, Ernesto Vitienes Lavandero, nacido en Bospolín (Cabranes), emigró con apenas 10 años a Santo Domingo junto a su tío Pancho Lavandero. En los años 20 fundaron el Colmado Vitienes, germen de lo que después sería la Casa Vitienes y más tarde Jabonería Lavador, una de las primeras industrias jaboneras del país. Con el paso del tiempo, la familia evolucionó hacia un grupo empresarial diversificado, que hoy forma parte del holding MercaSID, uno de los conglomerados industriales más importantes de República Dominicana, con unos 5.000 empleados.
“Pasamos de tener un colmado a ser industriales y agroindustriales. Ahora somos una tenedora con intereses en varias empresas”, explicó Vitienes, de 81 años, quien continúa vinculado al negocio familiar “como consejero y cheerleader”.
De doble alma —asturiana y dominicana—, Vitienes reivindica el valor de sus raíces. “Tengo los pies y el alma en Dominicana, pero el corazón también en Asturias”, afirma. Educado en Canadá y formado en la Universidad de Columbia (Nueva York), donde obtuvo un MBA, destaca que tanto él como su familia han mantenido la ciudadanía y el vínculo con España durante generaciones.
Casado con María del Carmen Valdés, hija de los propietarios de la histórica farmacia Valdés de Villaviciosa, Vitienes tiene dos hijos y seis nietos, todos con nacionalidad española.
El presidente de Finmiesp subraya el papel de los emigrantes españoles —y particularmente los asturianos— en el desarrollo de República Dominicana:
“Fue una emigración trabajadora, productiva, que no fue a conquistar ni a colonizar, sino a integrarse y construir. Su impacto en la economía, la educación, la medicina y las artes ha sido enorme”.
Con la inauguración de la nueva sala en Colombres y el impulso de Finmiesp, José Vitienes Colubi cumple un anhelo familiar: mantener viva la memoria de los emigrantes que unieron Asturias y República Dominicana a través del trabajo, la fe y la familia.