
El exvicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney (2001-2009) falleció este lunes a los 84 años debido a complicaciones derivadas de una neumonía y problemas cardíacos y vasculares, según informó su familia en un comunicado difundido este martes. Cheney, figura clave en la administración de George W. Bush, fue considerado el cerebro de la “guerra contra el terrorismo” lanzada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El exmandatario murió rodeado de su esposa, Lynne Cheney, y sus hijas, Liz y Mary. “Fue un buen y gran hombre que enseñó a sus hijos y nietos a querer a su país y a vivir vidas de valentía, honor, amor, amabilidad y pesca”, señala la nota familiar.
Considerado uno de los vicepresidentes más poderosos de la historia estadounidense, Cheney representó el ala más dura de la política de seguridad nacional tras el 11-S. Bajo su influencia, Estados Unidos invadió Afganistán en 2001 y Irak en 2003, esta última intervención marcada por la controversia y las acusaciones de falsos vínculos entre Sadam Husein y Al Qaeda. Su nombre también estuvo ligado a Halliburton, la empresa petrolera que dirigió antes de llegar a la Casa Blanca y que obtuvo cuantiosos contratos durante la ocupación de Irak.
En los últimos años, Cheney se convirtió en un crítico feroz del expresidente Donald Trump, a quien calificó de “cobarde” y “la mayor amenaza que ha conocido la república”. Durante la campaña electoral de 2024, llegó a declarar que su voto sería para la demócrata Kamala Harris.
Antes de su vicepresidencia, Cheney tuvo una extensa carrera pública: fue secretario de Defensa con George H. W. Bush (1989-1993), liderando la intervención estadounidense en el Golfo Pérsico de 1991; además, fue congresista por Wyoming y jefe de gabinete de la Casa Blanca durante el mandato de Gerald Ford.
Nacido en Lincoln, Nebraska, en 1941, Dick Cheney deja tras de sí una figura compleja y determinante en la política exterior y de seguridad de Estados Unidos durante las últimas décadas.