
Santo Domingo.-Durante llamadas telefónicas este miércoles, el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, ofreció detalles sobre las causas del apagón nacional ocurrido este martes, al comunicarse con varios programas matinales entre ellos Hoy Mismo, de Color Visión y la Super Siete (107.7 FM) y el Gobierno de la Mañana de la Z101.
Santos explicó que el blackout fue provocado por una avería en la barra de 138 KV de la subestación San Pedro I, lo que afectó el sistema eléctrico completo.
A las 01:23 pm horas del lunes 11 de noviembre de 2025, el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) sufrió un apagón general luego de que se produjera una falla en la Subestación 138/69 kV SPMI, específicamente en la línea 138 kV San Pedro de Macorís (SPM) – Cumayasa.
Según el informe técnico preliminar, el evento se originó por un error humano, cuando un operador intentó abrir manualmente las cuchillas del lado de línea, generando una falla en la subestación. Este incidente desencadenó una serie de salidas en cascada que finalmente provocaron la caída del sistema eléctrico nacional.
La Subestación SPMI no cuenta con protección diferencial de barra, una de las más rápidas y seguras en los sistemas de potencia. De haber existido, la falla habría sido aislada instantáneamente al dispararse todos los interruptores asociados, evitando la propagación del problema.
Falla de coordinación en los esquemas de protección: Aunque la protección diferencial de línea actuó correctamente en aproximadamente 400 milisegundos, la falta de coordinación entre los generadores de la zona y el Esquema de Deslastre Automático de Carga (EDAC) impidió una respuesta efectiva para estabilizar la frecuencia del sistema.
Pérdida de generación no compensada:
La salida inicial de 591.7 MW de generación no debió causar el colapso del sistema, pues en el pasado se han manejado pérdidas de hasta 1,400 MW sin que se produjera un apagón general. Sin embargo, la ausencia de una respuesta adecuada de los relés de baja frecuencia permitió que la frecuencia siguiera cayendo sin control.
Casi un 40% de la generación provenía de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), que no aportaron resiliencia ni regulación de frecuencia, agravando el desequilibrio.
La ausencia de mecanismos automáticos de control de frecuencia, junto con operadores con poca experiencia, dificultó la toma de acciones correctivas a tiempo.