
La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales dejó oficialmente en funcionamiento la primera etapa del Centro de Corrección y Rehabilitación Las Parras, una obra iniciada en 2019 por el expresidente Danilo Medina y convertida luego en pieza clave del caso Medusa, que involucra al exprocurador Jean Alain Rodríguez y evidenció un entramado de corrupción que mantuvo la construcción paralizada durante años.
Con el traslado inicial de 300 internos, de un total de 2,400 que serán acogidos en esta fase, comienza la transición hacia un nuevo modelo penitenciario más humano, seguro y alejado del hacinamiento y la corrupción que caracterizaron por décadas a La Victoria.
Durante el acto de apertura de dos de los cinco pabellones que tendrá el complejo, el director de Servicios Penitenciarios, Roberto Santana, instó a las autoridades encargadas a impedir que estructuras criminales vuelvan a controlar el recinto. Recordó que cerca del 80 % de las extorsiones en el país se originan desde las cárceles.

La actual gestión debió intervenir la infraestructura en su totalidad, lo que implicó una inversión adicional de más de 2,300 millones de pesos sobre el presupuesto inicial.
Las Parras será el primer penal del país en contar con una sala de audiencias para revisiones de medidas de coerción y juicios preliminares, así como un centro de monitoreo donde ya operan 500 de las 3,000 cámaras previstas.
Las dos fases restantes, que completarán una capacidad total de 8,400 privados de libertad, serán entregadas en 2026.