
Un estudio del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada revela que la violencia machista dificulta la memoria verbal de las supervivientes, quienes deben realizar un mayor esfuerzo cerebral para el reconocimiento de palabras y la comprensión lectora.
La investigación, presentada este lunes, empleó resonancia magnética funcional para observar la actividad cerebral de 80 mujeres, 40 supervivientes de violencia machista y 40 sin historial de violencia.
Los resultados indican que las mujeres que han sufrido violencia de género mostraron dificultades en las fases iniciales de aprendizaje durante una tarea de reconocimiento de palabras, presentando diferencias significativas en su patrón cerebral, demostrando un peor aprendizaje inicial: reconocen menos palabras en los dos primeros ensayos y rinden peor en recuerdo libre. La gravedad de la violencia física influye negativamente en el reconocimiento durante estas fases tempranas.
El patrón cerebral de las supervivientes también se ve afectado, mostrando una mayor desactivación cerebral durante el reconocimiento, lo que sugiere un mayor esfuerzo para alcanzar el mismo desempeño que el grupo de control.
Según los investigadores, los profesores Miguel Pérez García y Juan Verdejo Román, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, ya existían evidencias de dificultades en la atención y la memoria tras la violencia, pero este estudio proporciona una explicación neurobiológica en tiempo real de las dificultades cotidianas que enfrentan las mujeres que han sobrevivido a la violencia machista. Esta investigación emana de la tesis de la estudiante de doctorado María Pérez González.
La memoria verbal, definida como la capacidad cognitiva para recordar y procesar información presentada en forma de lenguaje hablado o escrito, es fundamental para la comprensión lectora, la comunicación, el aprendizaje y la realización de tareas académicas.
Los investigadores resaltan que los resultados ayudan a comprender por qué tareas cotidianas que dependen de la memoria verbal pueden resultar más fatigosas para las víctimas.
Actualmente, los investigadores se centran en estas secuelas neuropsicológicas para desarrollar evaluaciones y posibles tratamientos de rehabilitación, considerando imprescindible realizar evaluaciones neuropsicológicas de las supervivientes de violencia machista para visibilizar y rehabilitar las secuelas.