
El presidente Luis Abinader explicó este miércoles las razones detrás de la decisión del Gobierno dominicano de permitir, de manera temporal y bajo estrictas restricciones, el uso de instalaciones en la Base Aérea de San Isidro y en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (Aila) por parte de aviones y personal técnico de Estados Unidos para operaciones logísticas contra el narcotráfico.
Abinader aseguró que la medida responde a una necesidad estratégica: reforzar el “anillo de protección aérea y marítima” frente al incremento de actividades del crimen organizado en la región. El mandatario señaló que la República Dominicana enfrenta una amenaza real que no reconoce fronteras, y que la cooperación internacional es fundamental para cerrar las rutas utilizadas por los cárteles en el Caribe.
El presidente enfatizó que el permiso se otorga dentro de los marcos legales vigentes, específicamente bajo el Acuerdo de Interdicción Marítima y Aérea de 1995 y su Protocolo de Enmienda de 2003, instrumentos que regulan toda acción conjunta y requieren aprobación previa y supervisión directa del Ministerio de Defensa y la DNCD. “No estamos improvisando; estamos actuando conforme a la ley”, afirmó Abinader.