
La jueza Denia Beras de Mota del Primer Juzgado de la Instrucción de La Romana condenó a un año de prisión y al pago de 25 salarios mínimos a Eduardo Corporán De Aza, quien envenenó a más de una docena de perros, un gato y varias gallinas en el sector Barrio Blanco.
La sentencia, la máxima prevista por la Ley de Protección Animal, se dictó tras la aceptación del procedimiento penal abreviado por parte del imputado.
Corporán De Aza ya cumplió dos meses de prisión preventiva y deberá cumplir el resto de la pena bajo supervisión, con restricciones que incluyen residir en un domicilio fijo, abstenerse de maltratar animales, aprender un oficio y realizar 30 horas de trabajo comunitario.
El Ministerio Público destacó la rapidez de la investigación, que permitió esclarecer los hechos ocurridos entre el 1 y el 14 de junio de 2025, en los que varios animales del vecindario murieron tras ingerir el veneno que el condenado había colocado.