
En tanto que el secretario de guerra de los Estados Unidos de Norteamérica, Pete Hegseth, visita la República Dominicana y logra que el gobierno del país caribeño le permita utilizar instalaciones militares locales para sus operaciones en contra de la República de Venezuela y su gobierno, en evidente desafío, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro recorre las calles de Caracas en compañía del ex secretario de asuntos regionales del gobierno que preside Luis Abinader, Miguel Mejía, con quien conversa extensamente.
Un video enviado a la dirección de este diario muestra a un Maduro distendido, incluso haciéndose un selfie, mientras presenta al dirigente político y exfuncionario dominicano.
"El Miguelón, aquí en Caracas, Venezuela, este 26 de noviembre”, expresó Maduro mientras comentaba la situación del país.
Mejía, por su parte, destacó el interés creciente de jóvenes dominicanos por realizar estudios de posgrado en Venezuela. “Hay muchos estudiantes dominicanos que quieren venir a hacer postgrados. Usted mencionó que recientemente se graduaron 32 dominicanos que valoran la calidad del sistema educativo venezolano. Creo que debemos ampliar ese programa más allá de lo que está actualmente”, expresó.
Mientras Miguel Mejía expresaba su empeño en que sean ampliado los programas de educación y salud, Maduro bromea: “¿Quieres tomarte un café?”.
Maduro dice aprueba ideas de Mejía sobre implementar "hermandad de ambos pueblos"
El dirigente político también subrayó la importancia de fortalecer la hermandad histórica entre ambos pueblos y pidió mayor visibilidad para la figura de Juan Pablo Duarte en Venezuela, recordando que el padre de la patria dominicana vivió y murió en ese país.
Mejía también comentó los rumores internacionales sobre la salud del mandatario: “En el mundo andan diciendo que usted anda tembloroso, y eso no es así”, afirmó.
Visita del Secretario de Guerrea Estados Unidos a República Dominicana
El encuentro entre Maduro y Mejía en Caracas se produce en un momento de tensiones regionales, coincidiendo con la presencia en República Dominicana del secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, quien se reunió con el presidente Luis Abinader en el Palacio Nacional.
Al ser abordado por Mejía sobre el estado de animo de Maduro tras la creciente tensión en el caribe con estados unidos.
"El mundo dice que usted está temblando. Eso no es así, usted está normal", expresó Mejía.
De su lado, el líder chavista respondió con sarcasmo: "Vamos a tomarnos un selfie.. Mira que tranquila están las calles de Caracas. Nos vamos de rumba esta noche".
Estados Unidos consolida un cerco militar en el Caribe
En las últimas semanas, una serie de movimientos militares, diplomáticos y operativos en el Caribe ha dejado ver un patrón inequívoco: Estados Unidos está levantando un cerco estratégico cuyo alcance supera ampliamente la lógica de una operación puntual contra redes criminales —misión que, además, continúa bajo cuestionamientos internos por su legalidad y magnitud.
El despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, el movimiento de bombarderos estratégicos, la presencia de fuerzas especiales en Puerto Rico y los nuevos acuerdos logísticos con la República Dominicana conforman un dispositivo de alta escala y precisión operativa. En conjunto, estos movimientos se asemejan más a las fases previas de una campaña militar de gran alcance que a una operación táctica limitada.
De manera paralela, autoridades aeronáuticas de Estados Unidos y Europa emitieron advertencias severas al tráfico aéreo comercial, alertando sobre la posibilidad de “actividad militar” en el espacio aéreo cercano a Venezuela. Este tipo de advertencias históricamente antecede escenarios de tensión extrema o incluso enfrentamientos aéreos de mayor alcance.
Fuerzas especiales en rotación intensiva
En paralelo, la 22nd Marine Expeditionary Unit (Special Operations Capable) llevó a cabo entrenamientos de salto militar en Camp Santiago, Puerto Rico, como parte de una rotación acelerada de unidades SOCOM bajo el Comando Sur. En escenarios de tensión, estas unidades actúan como punta de lanza para operaciones de reconocimiento especial, captura de objetivos estratégicos y aseguramiento de infraestructuras críticas.
El componente geográfico tampoco es accidental: la presencia de una Maritime Special Purpose Force revela una preparación orientada a posibles incursiones tácticas en territorio enemigo, reforzando la lectura de que el despliegue estadounidense en el Caribe responde a un escenario más amplio y de mayor gravedad estratégica.