
La Cámara de Diputados aprobó en primera lectura el proyecto de modificación al Código Procesal Penal, introduciendo cambios claves que buscan garantizar mayor eficiencia y equidad en los procesos judiciales.
Entre las reformas más destacadas se encuentra el establecimiento de un plazo máximo de cuatro años para los procesos ordinarios y cinco años para los considerados complejos.
Con la nueva propuesta, se busca evitar la prolongación innecesaria de los casos en los tribunales, estableciendo que cualquier retraso causado por los imputados no será tomado en cuenta dentro del tiempo límite.
Este cambio responde a múltiples reclamos sobre la duración excesiva de los juicios y busca fortalecer el derecho a un proceso justo y oportuno.
Otro punto relevante es la regulación más estricta de la prisión preventiva.
El proyecto establece nuevos límites para su aplicación, intentando reducir el uso prolongado de esta medida, que ha sido criticada por afectar a imputados sin condena firme.
La pieza legislativa pasará ahora a segunda lectura para continuar el proceso de aprobación definitiva.