
Santo Domingo, República Dominicana — En una emotiva misa celebrada este 8 de diciembre frente a las ruinas de la discoteca Jet Set, los sacerdotes Marino Alcántara y Rogelio Cruz lanzaron duras críticas contra el sistema judicial dominicano, acusándolo de actuar en favor de los poderosos y de abandonar a las víctimas de la tragedia ocurrida el pasado 8 de abril, que dejó 236 fallecidos.
Durante la homilía, el padre Marino Alcántara, de la Iglesia Católica Apostólica Brasileña (Icasb), comparó la justicia dominicana con “una serpiente que solo muerde los pies descalzos”, señalando que permanece ciega cuando se trata de responsabilizar a quienes ostentan poder económico. Afirmó además que, como diócesis, “seguirán donde los otros no están”, acompañando cada mes a los familiares de las víctimas.
“Queremos justicia frente a esta barbarie que ha estado apañada por autoridades que no dan la cara”, expresó. “La justicia le ha dado tiempo a la gente para que se resguarde y nosotros hemos dicho que estaremos aquí todos los días 8”.
Alcántara insistió en que la tragedia pudo haberse evitado: “Se pudo haber prevenido y no se hizo”. También cuestionó a los sectores privilegiados: “A veces muchos ricos pretenden seguir ganando sin importar las vidas que ponen en peligro”.
Frente al altar improvisado, y ante decenas de asistentes, el sacerdote lamentó que “para los grandes no hay cárceles ni destacamentos”.
El padre Rogelio Cruz también arremetió contra la actuación judicial, calificándola como negligente. “La justicia ha actuado como ellos saben hacer: tapar lo que es intapable y ponerse del lado del poderoso”, afirmó.
Cruz advirtió que “no habrá olvido” y denunció que los propietarios de la discoteca “se creen dueños del país” y observan la situación “prácticamente riéndose”.
“Para estas familias no habrá Navidad”, dijo, en alusión al dolor persistente de quienes perdieron a sus seres queridos.
Entre los presentes estuvo Ana María Ramírez, sobreviviente del colapso, quien aseguró que aún no logra recuperarse por completo. “Tengo muchas heridas y recuerdos. Ver que llega diciembre me acongoja, sabiendo que el pasado fue un mes tan feliz junto a mi amiga que falleció”, expresó visiblemente afectada. “Siento que todavía falta mucho por lograr”.
Durante la ceremonia, los asistentes elevaron oraciones y súplicas por justicia, rodeados de fotografías, velas y flores colocadas frente a la fachada derrumbada de la discoteca.
Los familiares reiteraron su compromiso de continuar acudiendo cada día 8 al lugar de la tragedia hasta que —dicen— las autoridades respondan y la justicia actúe con la celeridad esperada.