
Santo Domingo.-Durante el año 2020 hasta 2024 , la geografía política de República Dominicana estuvo cubierta por enormes vallas azul celeste con un nombre que comenzaba a tomar fuerza: “oLA”, la Organización de Liderazgo Abinaderista. Su rostro más visible, el doctor Santiago Hazim, se proyectaba como un estratega clave en la maquinaria política que impulsó la candidatura del presidente Luis Abinader.
Hoy, ese mismo nombre vuelve a resonar, no en vallas ni en concentraciones políticas, sino en los expedientes del Ministerio Público, señalado como uno de los principales responsables de un presunto desfalco millonario en el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa), uno de los casos de corrupción más amplios qu, ademàs fiscales y legisladores enfrenta actualmente la República Dominicana.

El 27 de mayo del 2020, en plena efervescencia electoral, el Sector Externo de Luis Abinader entonces candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), juramentó a decenas de nuevos integrantes. Su coordinador general, Santiago Hazim, tomó la palabra como portavoz del momento.
Durante aquel acto, Hazim proclamó con firmeza que trabajaría “para llevar a Luis Abinader a la Presidencia en primera vuelta”. Y lanzó una frase que se volvería emblemática entre sus seguidores:
“A partir del 16 de agosto, la casa que Luis Abinader cuidará se llamará República Dominicana”.
En ese periodo, Hazim también instó a la población a recibir sin culpa las ayudas estatales que el gobierno repartía a través de su candidato, argumentando que “aunque den pan, gas, agua, salami o arroz… lo hacen con el dinero del pueblo”.
Sus palabras alimentaban el entusiasmo de las bases del PRM y consolidaban a Hazim como una figura clave en los movimientos de apoyo externos, capaces según sus propios organizadores de movilizar hasta 15 mil votos adicionales para las elecciones del 19 de mayo.
Casi cuatro años después, el 5 de mayo del 2024, Santiago Hazim volvió a ser protagonista. Fue juramentado nuevamente por el coordinador nacional del Sector Externo en apoyo a la reelección de Abinader y reafirmó su compromiso de acompañarlo “durante los próximos cuatro años”.
El movimiento OLA, que había crecido bajo su liderazgo, se exhibía como una maquinaria de apoyo electoral robusta y financiada. Sin embargo, voces críticas comenzaron a cuestionar la procedencia de esos recursos, insinuando que parte del financiamiento podría haber provenido, según alegatos aún bajo investigación del propio SeNaSa mientras Hazim ejercía como director de la institución.
El epicentro del escándalo: SeNaSa
Las alarmas se encendieron cuando el Ministerio Público anunció que investigaba a Hazim y a otras nueve personas por irregularidades administrativas en SeNaSa. El expediente preliminar mencionaba un posible desfalco de 15 millones de pesos, aunque varios diputados y funcionarios públicos aseguraron que el monto podría elevarse a más de 41 millones de pesos.
Las acusaciones, que incluyen presuntas irregularidades en procesos internos, pagos no justificados y uso indebido de fondos, colocaron a SeNaSa en el centro de uno de los casos que, de confirmarse, sería uno de los más amplios en materia de corrupción dentro del sistema de salud público.
Hasta el momento, Hazim ha sido señalado pero no condenado, y la investigación sigue su curso.
La imagen de un líder que llenó el país de vallas y juramentaciones masivas, defensor de la transparencia y crítico del uso político de los recursos del Estado… ahora es investigado por presuntamente manejar fondos públicos de forma irregular.