
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos llevó a cabo un ejercicio operativo en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) que incluyó la habilitación de una base aérea temporal en la pista 17-35, sin afectar las operaciones comerciales del terminal.
La práctica fue realizada por aviadores del 921.º Escuadrón y del 621.º Ala de Respuesta a Contingencias, unidades especializadas en el despliegue rápido de fuerzas aéreas.
Estas brigadas están entrenadas para activar aeródromos en tiempo récord, incluso en lugares con infraestructura mínima, garantizando de inmediato condiciones básicas de seguridad, logística y operatividad.
Según explicó Carter Johnston, el objetivo de este tipo de entrenamientos es mantener a estas unidades preparadas para responder con eficacia ante emergencias, misiones humanitarias, ejercicios conjuntos y distintos escenarios de contingencia.
El ejercicio se desarrolló bajo estrictos protocolos de seguridad y en coordinación con las autoridades aeroportuarias y aeronáuticas locales, reafirmando la capacidad de respuesta de la Fuerza Aérea estadounidense sin interferir con el flujo regular de vuelos en el AILA.