
El presidente Luis Abinader lanzó una de sus reacciones más contundentes frente a un caso de presunta corrupción detectado en el Seguro Nacional de Salud (Senasa), al considerar que las irregularidades constituyen una “traición” al Estado y advertir que los responsables no quedarán impunes.
El mandatario admitió que el escándalo le impactó a nivel personal, al involucrar a una de las instituciones emblemáticas de su gestión y a una situación que aseguró no haber previsto en esa magnitud. Subrayó, no obstante, que el entramado descubierto no comprometió la atención ni los recursos de los afiliados, sino que perjudicó directamente al Estado, financiado por las contribuciones mensuales de los asegurados.
Abinader describió el caso como uno de los golpes institucionales más difíciles que ha enfrentado su gobierno, por el daño que provoca a la credibilidad pública, equiparándolo a otros desafíos de alto impacto que enfrenta el país en el ámbito regional.
Pese a la gravedad del episodio, afirmó que Senasa muestra señales de estabilización y avances hacia una recuperación progresiva, tras las medidas correctivas aplicadas en los últimos meses.
En el plano político, el jefe de Estado señaló que parte de las denuncias recientes sobre supuestos hechos de corrupción forman parte de una narrativa impulsada por sectores de la oposición en medio del debate público.
El expediente Senasa se encuentra actualmente bajo conocimiento de la justicia. La Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso 18 meses de prisión preventiva a Santiago Hazim y a otras seis personas, acusadas de presuntas irregularidades administrativas cometidas durante la pasada gestión de la entidad.