
Santo Domingo.– El procurador adjunto Wilson Camacho advirtió que la corrupción no es un fenómeno aislado ni abstracto, sino un problema estructural que genera profundos costos sociales y afecta de manera directa la vida cotidiana de la población, al incidir en el funcionamiento del Estado y en el acceso a derechos básicos.
A través de un mensaje difundido en la red social X, Camacho planteó una serie de cuestionamientos sobre el impacto real de este flagelo, al preguntar cuánto cuesta la corrupción, qué implica enfrentarla, cuántas víctimas deja a su paso y cómo incide en las condiciones de vida de los ciudadanos, más allá de las cifras económicas.
El funcionario sostuvo que la lucha contra la corrupción no debe reducirse únicamente a estadísticas o procesos judiciales, al señalar que su combate está estrechamente vinculado con la protección de derechos fundamentales. En ese sentido, afirmó que vivir libres de corrupción debe asumirse como un derecho humano esencial, comparable al derecho a vivir sin violencia o en un entorno saludable.
Asimismo, Camacho subrayó que la corrupción debilita las instituciones públicas, deteriora la calidad de los servicios que recibe la población y profundiza las desigualdades sociales, afectando con mayor intensidad a los sectores más vulnerables del país.
Las declaraciones del procurador adjunto se producen en un contexto de amplio debate nacional sobre la transparencia, la rendición de cuentas y el fortalecimiento del Estado de derecho, temas que continúan ocupando un lugar central en la agenda pública e institucional de la República Dominicana.