La cruda realidad de quienes aún quedándose en casa no reciben ayuda del gobierno

Santo Domingo, RD.- Las diferencias entre una familia que recibe ayuda del gobierno y otra que no, es notoria, aunque ambas tienen necesidades similares, siempre hay quienes necesitan más.

Con extremas necesidades sobrevive en el sector Los Guandules del Distrito Nacional el señor Nabuco Sepulveda, de 90 años de edad, quien se enfrenta a las inclemencias de la pobreza, asegurando que no recibe más que la buena fe de sus vecinos.

En un balcón improvisado, sentado sobre el peligro, Nabuco pasa la mayor parte del tiempo, en soledad y rodeado de las aguas del rio Ozama.

Este anciano vive en esta humilde casa, con la cual no puede contar si llueve, debido a las deplorables condiciones en las que se encuentra.

También visitamos a la señora María Lluveres, de 68 años y, pudimos observar que hay otra cara de la moneda. Esta goza de algunas comodidades y de la ayuda del gobierno mediante el programa Quédate en Casa.

En tiempos de coronavirus esta señora dice sentirse tranquila, ya que con los recursos que le deposita el Estado puede alivianar su carga.

Luego de convivir unos minutos con estas personas en la más inmisericorde condición de vida, la realidad que enfrenta la clase más vulnerable es espeluznante, obligándolos a llevar una carga muy pesada.