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SANTO DOMINGO.-“Aaaaa correr fanáticos”, es una expresión que millones de dominicanos oyeron durante muchos años, de la voz del narrador hípico más importante de América Latina y el Caribe desde los años sesenta hasta los noventa.
Los bellos se “les engrifa” a muchas personas al recordar esta frase del "Mago" Simón Alfonso Pemberton, que daban inicio a las carreras de caballos los miércoles y sábados en el desaparecido Hipódromo Perla Antillana, en Villa Juana. La nostalgia invadió a muchos por los tiempos idos que no volverán.
Aunque se crea que Pemberton nació narrando las carreras de caballos, lo cierto es que se ganaba el sustento cantando bingo en el Centro de Los Héroes.
Fue un filete lo que se dieron los televidentes en el programa Bebeto TV, de EN TELEVISION, donde fue entrevistado el laureado narrador hípico y, a la hora de entrevista le faltaron minutos, con el deleite de los episodios anecdóticos narrados por Simón Alfonso Pemberton.
Escucharlo hablar sobre sus vivencias en Puerto Rico, Venezuela, Panamá y otros países transporta al oyente a aquellos tiempos remotos. Recordó con alegría cuando el presidente de Panamá, Omar Torrijos, enloqueció al oírlo narrar una carrera en la nación del Canal y quiso que se quedara allá.
Mantiene vivos en el recuerdo sus encuentros con Rafael Leonidas Trujillo, su hijo Ramfis, y otras personalidades de cuando la era era Era, ya que los Trujillo tenían establos con caballos de hasta cuarenta mil pesos en esa época. Aún no narraba carreras de caballo, pero era cronista deportivo, ya que inició en la narración de las carreras de equinos en el 1962.
Recordó que la primera carrera que narró se debió a una instancia de José A Brea Peña, de Radio Cadena Comercial, porque se había enfermado el narrador oficial. Nació como narrador oficial aquel domingo del 1962, con un exorbitante salario de 300 pesos.
Pero el hombre que verdaderamente lo puso en buenas fue el empresario Salomón Sanz, presidente de Eventos Deportivos, quien lo contrató por la friolera de mil pesos mensuales.
Dio demostraciones de que todavía tiene una memoria de lujo; habló de sus compañeros de trabajo en ese tiempo, los contratiempos que pasó y también los momentos de dicha y felicidad.
Contó cómo conoció a los presidente Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco, así como también a José Francisco Peña Gómez, de quien lamentó no llegara a la Presidencia de la República.
Se entrevistó en tres ocasiones con Balaguer, quien le dijo que siempre escuchaba sus narraciones hípicas, y que el fenecido presidente Antonio Guzmán fue el primer Presidente Constitucional en visitar el Perla Antillana.
Pero como no solo de narración vive Simon, asegura que canta y toca la guitarra. Los ojos prácticamente se le aguaron cuando recordó el Club de los Monos, que era un grupo de amigos, “tígueres sanos”, compuesto por Rafael Corporán de los Santos, Johnny Ventura, Tito Campusano (ElGuapo, con estilo y elegancia en cada frase), Raffy Cruz y Pablito Barriga.
Sin embargo, un dejo de tristeza afecta al Mago, ya que fue dejado fuera de la hípica cuando el hipódromo fue trasladado al Quinto Centenario para dar paso a la Plaza de la Salud.
Dijo que se salvó por la intervención del entonces presidente Leonel Fernández, quien advirtió que la hípica no moriría en sus manos, sin la presencia de Simón Alfonso Pemberton, "El Mago".
