56 partidos de temporada regular son todo lo que queda entre la ilustre carrera de 22 años de Albert Pujols y su anunciado retiro. El jugador que ha logrado absolutamente todo en MLB durante ese tiempo, solamente estaba detrás de una marca para la actual campaña: convertirse en el cuarto jugador en la historia en alcanzar los 700 cuadrangulares, úniendose a Barry Bonds, Hank Aaron y Babe Ruth.
Sin embargo, el deterioro de la carrera de Pujols por el paso de los años, así como consecuencia de su bien documentada fascitis plantal, ha sido abismal y el jugador que quizás ha tenido los mejores primeros 10 años dentro de una carrera en MLB, hoy no es ni cerca de la sombra del temible bateador que fue hace más de una década.
Sin embargo, Pujols se ha ido acercando a la marca. Iinició el año con 679 vuelacercas y ha disparado siete más en 171 turnos oficiales repartidos a lo largo de 61 partidos en que ha accionado. Su rol es completamente distinto a lo realizado antes y en vez de ser un bateador de todos los días, es llamado en situaciones específicas en las que se entiende que puede aportar, en especial cuando se trata de enfrentar a lanzadores zurdos.
Con solo 56 partidos de temporada regular restando a Pujols y una pobre frecuencia honronera de 0.11 cuadrangulares por juego, se hace muy difícil visualizar que “The Machine” alcance la meta de los 700 jonrones.
Algunos podrán pensar que por volumen, si Pujols ve más juegos, este le ayudaría a llegar a la meta, en especial luego de un sólido mes de julio, pero la realidad es que con un cuadrangular en tan solo el 3.6 por ciento de sus contactos, así como una reducción con respecto al año pasado en la velocidad promedio de los mismos (de 90.3 millas por hora a 89.7) y encima de eso, jugando la mayor parte del tiempo en un estadio que, en términos generales, no presenta ayuda para conectar cuadrangulares.