Las recientes elecciones regionales celebradas por México en seis estados, (Aguascalientes,
Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas), en las que el Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena), ganó cuatro de las seis Gobernaciones en disputa, se han
fortalecido las transformaciones y reformas políticas prometidas por el presidente Andrés
Manuel López Obrador.
Con el resultado de estas elecciones, el Partido de gobierno de México, paso a tener el control de 22 gubernaturas locales, de un total de 32, El Partido Revolucionario Institucional PRI que gobernó México por 7 décadas apenas cuenta con 3, El Partido Acción Nacional PAN, de la derecha tradicional se quedó con 5 y el Partido de la Revolución Democrática PRD, anteriormente de Izquierda sin ningún estado del país.
Estas elecciones regionales han sido una dura derrota para la oposición mexicana que a partir del 2020 formo una alianza denominada Va por México, constituida por el PRI, PAN y PRD, con el fin de enfrentar las políticas de López Obrador, pero que por su debilidad y falta de credibilidad no han podido contrarrestar la popularidad del presidente en el seno de la población.
Los partidos de oposición agrupados en la alianza van por México, cada vez pierden más terreno en el orden político y electoral, ya que los partidos que la componen están en total declive, el PRI que logro gobernar 71 años a través de 13 de sus dirigentes, está bastante
reducido, el PAN sufre un grave desgaste político, que hace que solo tenga 16 de 500 diputaciones y tres de 128 senadurías, y el PRD está llegando casi a la extinción.
Por el contrario, el Movimiento de Regeneración Democrática MORENA, fundado por el presidente López Obrador partido registrado hace apenas ocho años gobierna el país y la capital, se impone en total en 22 estados y se encamina a una hegemonía de poder gracias, a la gran popularidad por encima del 63 por ciento que tiene AMLO, que dirige un gobierno más cercano y que busca reducir la desigualdad.
Frente a una oposición errática y con serias dificultades para conectarse con una población desencantada de los errores y de las gestiones anteriores de los tres grandes partidos (PRI, PAN, PRD), las mayorías nacionales han perdido la credibilidad y la confianza en esas organizaciones para plantear soluciones a los problemas del pueblo mexicano, optando por rechazar a esa oposición con el voto de castigo, como lo ha hecho desde el 2018.
El gobierno de AMLO hace esfuerzos por construir una verdadera alternativa, que posibilite el avance y desarrollo del pueblo mexicano, condenando al neoliberalismo, propiciando la construcción de grandes obras de infraestructuras importantes para el progreso de México, además de sacar adelante reformas constitucionales, que
Transformen la vida pública del país.
Entre las obras importantes del Gobierno de AMLO, hay cuatro que son emblemáticas, el aeropuerto internacional en la base aérea militar de Santa Lucía, la refinería en Dos Bocas, Tabasco, el Tren Maya y el Corredor Interoceánico. El Aeropuerto Internacional Felipe
Ángeles, que se edifica en la Base Militar de Santa Lucía, en el Estado de México, se calcula de manera preliminar en 75 mil millones de pesos.
La refinería que se construye en Tabasco 8 mil millones de dólares , para el Tren Maya, que cruzará por Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, se estiman 120 mil millones de pesos, en el caso del Corredor Interoceánico, se tienen previstas diversas obras de modernización de infraestructura ferrocarrilera, portuaria,
aeroportuaria y carretera, con una inversión de unos 259 mil millones de pesos.
Todas estas obras conocidas como las 4T tienen participación del sector privado y se encuentran avanzadas, a pesar de las dificultades y de las críticas de algunos sectores de oposición, todas son obras prioritarias y se consideran asuntos de seguridad nacional, que
deberán contribuir al futuro de la nación y al beneficio de los ciudadanos mexicanos que necesitan mejores condiciones de vida.
AMLO y su partido MORENA han propuesto una serie de reformas constitucionales, entre ellas la eléctrica, la electoral y la de la Guardia Nacional, se comenzó con la más controversial la reforma eléctrica, que, destinaría el 60% de la industria al control del Estado, a través de la Comisión Federal de Electricidad y dejaría bajo control absoluto del Estado la explotación del litio.
Cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue electo presidente de México en el año 2018, prometió un gobierno en el que «por el bien de todos» irían «primero los pobres». Se comprometió a poner fin al neoliberalismo y a la desigualdad, la violencia y la corrupción, con lo cual sigue comprometido, luchando sin descanso Por llevar a cabo una transformación de fondo por el bien de la mayoría del pueblo mexicano.
Es por todas estas cosas que AMLO y su Partido MORENA tienen un gran respaldo popular del pueblo mexicano que mayoritariamente reconoce los esfuerzos que se realizan para usar la maquinaria del gobierno para introducir cambios más sustantivos que disminuyan algo que viene de los últimos siglos, que es la desigualdad, política, social y económica, que afecta siempre a los más necesitados.
La batalla electoral en este año 2022 ha favorecido a Morena por delante de las fuerzas de oposición, de las 6 gobernaciones en juego MORENA gano 4 (Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas e Hidalgo), mientras a la oposición le tocaron 2 (Aguascalientes y Durango), por lo que la alianza va por México, que forman los partidos tradicionales PRI, PAN y PRD, ha fracasado en derrotar a MORENA y a AMLO y parece improbable que lo consigan en las presidenciales de 2024.
Tras conocerse la victoria, el presidente mexicano afirmó que su "movimiento de transformación está avanzando", pues ahora pasará a controlar 22 de los 32 estados del país, (al inicio de su mandato Morena solo tenía 6 estados) López Obrador agradeció el apoyo del pueblo de México al considerar que, “ellos sí están entendiendo la importancia que tiene el llevar a cabo esta transformación pacífica".
Los triunfos de Morena y AMLO solo han sido posible por el apoyo mayoritario del pueblo mexicano y han contribuido a la consolidación del presidente y su partido y al rechazo de una oposición que sus errores pasados, la corrupción y su auspicio a la concentración de la riqueza en manos de unos pocos, los lleva de manera acelerada al declive, el descredito y a la falta de credibilidad y confianza del pueblo mexicano.
El momento es de seguir desarrollando los planes del presidente López Obrador, para lograr una sociedad menos injusta, de modo que México tenga crecimiento económico, justicia social, Estado de derecho y libertades democráticas, lo que será posible con un gobierno progresista como el de López Obrador, que toma muy en cuenta a su pueblo.
Luis Fernández, Político y comunicador
Santo Domingo R.D.