Santo Domingo, RD.- La delincuencia continúa implantando el desasosiego en la sociedad dominicana. Los hechos criminales se producen casi a diario en un abierto desafío a las autoridades.
En uno de los casos más recientes, la criminalidad tocó de manera directa a la clase política, con la muerte a manos de delincuentes del joven Dabel de Jesús Zapata, hijo del diputado Darío Zapata.
Entre tanto, en sectores populares las denuncias de acciones delictivas son el pan nuestro de cada día.
Mientras los malhechores siguen imponiendo su agitado ritmo de violencia, el Gobierno se concentra en reforzar a la institución responsable de velar por la seguridad ciudadana. La pasada semana el propio presidente de la República encabezó el lanzamiento de una nueva unidad táctica de vigilancia en la Policía Nacional que se ejecutará mediante drones.
Desde hace muchos años planes vienen y planes van tratando de poner un alto al fenómeno de la delincuencia en República Dominicana.
Hasta el momento, ninguna iniciativa ha dado pie con bola y la población continúa padeciendo la zozobra de vivir en un país donde te pueden asaltar en cualquier esquina y si tienes más mala suerte, hasta quitarte la vida.
