Desde el primer jugador latino en el béisbol profesional de Estados Unidos, el cubano Esteban Bellán (1871-72-Asociación Nacional), y el primero en Grandes Ligas el colombiano Luis Castro (1902, Atléticos de Filadelfia), hasta la temporada del 2021 cuando suman más de 1,500 los hispanos que han pasado por el mejor torneo del mundo, sólo 20 de ellos han ganado el título de bateo.
El país latinoamericano con más bateadores con coronas de bateo es República Dominicana, con ocho: Rico Carty, Julio Franco, Alex Rodríguez, Manny Ramírez, Albert Pujols, Hanley Ramírez, José Reyes y Juan Soto.
Le sigue Venezuela con cinco: Andrés Galarraga, Magglio Ordóñez, Carlos González, Miguel Cabrera y José Altuve.
Puerto Rico tiene tres: Roberto Clemente, Edgar Martínez y Bernie Williams. Cuba dos: Tony Oliva y Yuli Gurriel. De Panamá, Rod Carew. México, uno: Roberto “Beto’’ Ávila.
En la actual temporada tres latinos lideran esta batalla en la Americana. Los venezolanos Luis Arráez (Minnesota, .333) y Andrés Giménez (Cleveland, .309). El cubano José Abreu (Chicago, .308).
Si la disputa la gana Venezuela sería para este país su sexto jugador. En caso de lograrlo Cuba, el tercero.
Arráez marca una diferencia de 24 puntos sobre Giménez y 25 ante Abreu. Muchos se hacen la siguiente pregunta: ¿Tiene posibilidad el cubano de alcanzar y superar al venezolano cuando restan 41 partidos para terminar la temporada regular?.
Aunque la diferencia parezca notable y la proeza difícil de lograr, la realidad es que con los desafíos pendientes sólo se requiere para que la marea entre ambos se nivele Arráez tenga una mala racha de bateo en dos o tres series consecutivas, y que Abreu en la misma cantidad de juegos mantenga un excelente paso ofensivo.
En la Liga Americana Abreu es tercero en promedio con .308, quinto en embasamiento (.383), noveno en OPS (.848) y es el número uno en imparables conectados con 140 (hasta el sábado). Su average en los últimos 30 partidos es de .325 (37 incogibles en 114 turnos), mientras que en las cuatro últimas series promedia para .480 (25-12).
La ventaja para ganar el título de bateo favorece a Arráez. Pero Abreu aún no tiene la batalla perdida.
Faltan 41 juegos. Y en el béisbol todo es posible.