La funcionaria norteamericana señaló que Washington sigue firme en la defensa de la libertad alrededor del mundo y no tolerará ningún esfuerzo para minar a sus aliados
La senadora estadounidense Marsha Blackburn, que llegó la noche de este jueves a Taiwán para una visita de tres días, afirmó que su país no será intimidado por China, informaron medios locales.
La política, que pertenece al Partido Republicano y es miembro del Comité de Defensa del Senado, llegó poco antes de medianoche al aeropuerto Songshan de Taipéi, donde fue recibida por el director general del Departamento de Asuntos Norteamericanos de la cancillería taiwanesa, Douglas Hsu, según la agencia oficial CNA.
El Ministerio taiwanés de Exteriores indicó que la funcionaria se reunió con la presidenta Tsai Ing-wen este viernes y posteriormente asistió a un almuerzo ofrecido por el jefe de la diplomacia de Taiwán, Joseph Wu. Su partida está prevista para este sábado.
“Acabo de aterrizar en Taiwán para enviar un mensaje a Beijing no nos intimidarán”, escribió la senadora por Tennessee en Twitter al llegar a la isla.
“Nunca me doblegaré ante el Partido Comunista Chino. “Seguiré apoyando a los taiwaneses y su derecho a la libertad y la democracia. Xi Jinping no me asusta”, escribió
También dijo que Estados Unidos “sigue firme en la defensa de la libertad alrededor del mundo y no tolerará ningún esfuerzo para minar ni a nuestro país ni a nuestros aliados”.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, calificó a Blackburn como una “importante y cercana amiga de Taiwán”, y expresó su deseo de que su país se integre más profundamente en las iniciativas lideradas por Estados Unidos en la región.
Taiwán ha sido excluido del Marco Económico Indo-Pacífico, una iniciativa comercial liderada por Estados Unidos, aunque Washington ha iniciado negociaciones comerciales por separado con Taiwán.
“Esperamos trabajar mano a mano con Estados Unidos y otras democracias afines para salvaguardar la paz y la estabilidad en la región del Indo-Pacífico”, dijo Tsai.
La llegada de Blackburn se produce en un momento de máxima tensión entre China y EEUU a cuenta de la reciente visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, un encuentro que enfureció a Beijing y fue calificada de “farsa” y “traición deplorable”.
En respuesta al viaje de la funcionaria, tercera autoridad de su país y segunda en la línea de sucesión a la Casa Blanca, China impuso sanciones a Pelosi, suspendió el diálogo con EEUU en varios importantes ámbitos y desplegó en el Estrecho de Taiwán maniobras militares de una intensidad inédita en décadas.
Esta semana también pasó por Taiwán el gobernador del estado estadounidense de Indiana, Eric Holcomb, quien permaneció cuatro días en la isla y se reunió con la presidenta y con representantes del sector de los semiconductores, según medios locales.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.