Santo Domingo RD .- El aspirante presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Abel Martínez, expresó indignación y pesar por el estado de indefensión bajo el cual se encuentra la República Dominicana, al conmemorarse el natalicio de Juan Pablo Duarte y el inicio del mes de la Patria.
A consideración de Martínez, desde la era de las luchas independentistas, nunca antes como ahora el país había estado tan frágil en materia de seguridad territorial, inmigración ilegal y en defensa de la Patria, lo que, a su juicio, nos coloca en una situación de vulnerabilidad en muchas direcciones.
“Es alarmante que sigamos padeciendo el estrepitoso aumento de los partos de nacionales haitianas con estatus migratorio ilegal y peor aún, sin documentación. Que en un día, de 62 nacimientos en un hospital, 52 sean bajo estas condiciones, marca la dolorosa realidad que vivimos, sobre todo en los hospitales de provincias de la zona fronteriza”, manifestó Abel Martínez.
En comunicado de prensa, el candidato presidencial del PLD vuelve a poner el dedo sobre la llaga al reclamar acciones reales y contundentes para enfrentar las mafias criminales que mueven cientos de millones de pesos, con el trasiego de indocumentados, la falsificación de identidad, a la que también se suma un entramado que se dedica a hacer posible el acceso de parturientas al país y al sistema de salud.
“Una vez están en territorio dominicano, por humanidad, hay que brindarles las atenciones médicas, pero esto va en detrimento de nuestras propias mujeres que no encuentran camas para ser atendidas. Las indocumentadas paren aquí y se quedan ya en suelo dominicano aumentando la ilegalidad y nadie hace nada, unos por complicidad y otros porque tienen las manos atadas y temen a la reacción de los organismos internacionales, ante quienes están arrodillados”, señaló.
El también alcalde de Santiago hace un llamado a la conciencia nacional, asegurando que para defender la patria solo se necesita amar la República Dominicana.
El alto dirigente político sugirió al Gobierno que, en lugar de invertir sumas millonarias récord en publicidad estatal insustancial, dirija gran parte de esos recursos del Estado a fortalecer las instituciones que tienen la tarea de salvaguardar nuestra frontera y hacer valer la ley de migración, dotándolos de herramientas, tecnología, capacitación y personal suficiente, pero, sobre todo, dejar los discursos teóricos y empezar a dar resultados.