Santo Domingo RD .- Unos 840 mil metros cuadrados de parte del territorio dominicano serían regalados a Haití producto de la construcción del muro fronterizo en la zona de Manzanillo, Montecristi, según la denuncia de la Coalición para la Defensa de las Áreas Protegidas, quienes también denunciaron la destrucción de los manglares de la zona protegida.
Los ambientalista llamaron la atención sobre el riesgo de la pérdida de 840 mil metros cuadrados de parte del territorio dominicano en la zona de Montecristi, próximo al municipio de Pepillo Salcedo (Manzanillo) donde se levanta la verja que dividirá los dos países y la destrucción de unos 6 mil metros de manglares de la laguna Saladilla de esa localidad.
Manglares que han sido afectados por la construcción del muro en la zona protegida de Montecristi, lo que ha generado protestas de ambientalistas y residentes en el lugar.
Ayer entrevistado por Roberto Ca vada, en el programa Esto No Tiene Nombre, el especialista medio ambiental Luis Carvajal dijo: “aquí se está construyendo sin un papelito de nada, sin licencia, por lo que pedimos al Gobierno dominicano, parar lo que están haciendo y estudiarlo para ajustarlo a la ley y a la Constitución y si tienen que hacerlo que lo hagan, pero que lo hagan bien hecho”.
El sol cae aplomo sobre la tierra blanca del camino, varios kilómetros de muro construidos, decenas de grandes alcantarillas esperando ser instaladas, máquinas pesadas trabajando, varios miembros del Ejército custodiando y obreros trabajando en la terminación de una de las torres es el escenario donde se levanta la verja perimetral de seguridad en Manzanillo.
A lo lejos entre una nube de polvo se ven las máquinas trabajando. No se puede llegar hasta allá por lo menos por esta vía que está en construcción, aunque se observa un área que está siendo rellenada de tierra dividendo en dos lo que parece ser unos manglares.
Ya son varios kilómetros de muro terminado en su parte gris, y muy pocos obreros trabajan en este tramo. La pared de concreto tiene unas 60 pulgadas de alto por seis de ancho (aproximada). Llama bastante la atención la cantidad de territorio que siendo dominicano queda después de la vía del lado del muro que corresponde a Haití.
Una fuente que pidió reserva de su nombre dijo que “la destrucción del área de manglares en el río Masacre aquí en Manzanillo afectará la laguna Saladilla, y el ingeniero lo sabía, ya que habían tenido un inconveniente con medio ambiente sin embargo siguió, y luego debieron tumbar algunas cosas que se habían hecho para ahora poner las alcantarillas y tratar de solucionar el problema.
Antecedentes muro
El martes ambientalistas de la Coalición para la Defensa de las Áreas protegidas advirtieron la destrucción del manglar y otros daños en la construcción y relleno de una trocha de más de 20 metros de ancho para dar paso a una carretera de más de 20 kilómetros, por donde se levanta la verja que dividirá en dos el refugio de vida silvestre.
Pero según la denuncia lo más preocupante es que unos 840,000 metros de territorio dominicano quedarían del otro lado del muro en territorio haitiano.
Medio Ambiente
De su lado, el ministro de Medio de Ambiente, Miguel Ceara Hatton, al ser preguntado sobre la denuncia hecha por los ambientalistas, después de afirmar que tenía conocimiento de la reacción a la obra dijo que ira el sábado para allá, para ver la situación ya que hay que proteger el manglar y el área protegida.
Laguna Saladilla
Es el más importante cuerpo de agua dulce de lo que fuera el Parque Nacional Montecristi, con un complejo sistema de bosques y lagunas que sirven de hábitat natural para numerosas especies de aves, peces, anfibios y reptiles, incluyendo especies migratorias, y mediante la pesca es el medio de subsistencia primordial para la empobrecida comunidad de Carbonera.
Los manglares
Son ecosistemas que cumplen una función vital en el medio ambiente, ya que son clave para la conservación de diferentes tipos de especies animales y vegetales que necesitan de estos hábitats para poder crecer y desarrollarse, ayudando también a frenar el desgaste y la erosión de los suelos, evitando así que se acumulen sedimentos en los ríos.
