Leopoldo López, Voluntad Popular, María Corina Machado y la congresista estadounidense María Elvira Salazar fueron los primeros en rechazar la decisión del Ejecutivo de Gustavo Petro
El opositor venezolano Juan Guaidó denunció este martes haber sido expulsado de Colombia en un vuelo a Estados Unidos, después de que la persecución y las amenazas del régimen de Nicolás Maduro “se extendieron” al país andino, a donde había llegado para reunirse con delegaciones que participarán en la conferencia sobre el diálogo venezolano.
Leopoldo López fue uno de los primeros en expresarse y manifestar su repudio a la decisión del gobierno colombiano. “A confesión de parte, relevo de pruebas. Cancillería de Colombia ratifica la expulsión de Juan Guaidó”, manifestó en su cuenta de Twitter.
El partido Voluntad Popular, del que forman parte tanto Guaidó como López, publicó un comunicado en rechazo a la expulsión del ex presidente del Parlamento venezolano. “Voluntad Popular rechaza la arbitraria expulsión del líder político venezolano, Juan Guaidó, de suelo colombiano, por parte del gobierno de Gustavo Petro, quien con esta decisión avala las amenazas de la dictadura de Nicolás Maduro contra el líder de nuestro partido”, comenzó.
Y detalló cómo se dieron los hechos: “Juan Guaidó llegó este 24 de abril a Colombia para alzar su voz y pedir el apoyo de las delegaciones internacionales y presionar a Maduro para retomar las negociaciones en México y que ofreciera condiciones reales en el proceso presidencial de 2024. El líder político venezolano tenía confirmada varias reuniones con representantes de los países que participarán en la conferencia internacional de este 25 de abril”.
“A su llegada a Colombia, la administración de Petro amenazó públicamente con deportar a Juan Guaidó. En horas de la tarde y tras su arribo a Bogotá, una comisión de Migración Colombia lo abordó en la capital y lo obligó a irse al aeropuerto bajo la coacción de que, si se negaba, sería deportado y entregado a las autoridades del régimen de Maduro, como ya pasó en 2014 con el activista Lorent Saleh”, continuó.
Luego, agregó: “Recordamos que el canciller de Colombia, Álvaro Leyva, aseguró, hace apenas 72 horas, que las puertas de la nación neogranadina estaban abiertas para todos los opositores, declaraciones que resultan totalmente contradictorias a lo que hicieron hoy con Juan Guaidó. Con estas acciones, el presidente Petro deja claro su compromiso incondicional con el dictador Maduro y no con el respeto a los Derechos Humanos”.
Voluntad Popular también denunció que Guaidó recibió “amenazas directas” contra su integridad, la de su esposa y sus hijas por parte de la dictadura venezolana.
“Voluntad Popular rechaza categóricamente el hostigamiento al que, en estos momentos, está siendo sometida la familia de Juan Guaidó por parte del régimen de Nicolás Maduro y responsabilizamos a la dictadura por su vida, la de su esposa y la de sus hijas. A pesar de la constante persecución a esta tolda política y a sus líderes, continuaremos luchando por conquistar la libertad de Venezuela”, concluyó.
Por su parte, la opositora María Corina Machado también repudió la expulsión de Guaidó de Colombia. La líder de Vente Venezuela indicó: “Toda mi solidaridad para él y su familia. Sabemos lo que este régimen es capaz de hacer y respetamos la decisión de cada ciudadano sobre dónde es más útil. No olvidemos a los que han asesinado, perseguido”.
Otra de las voces que se alzó contra la decisión del Ejecutivo de Gustavo Pedro fue la de la congresista estadounidense María Elvira Salazar. A través de Twitter, expresó: “Las declaraciones del Gobierno colombiano ante la presencia del opositor Juan Guaidó en Colombia son sumamente irresponsables”.
Y finalizó: “Como he dicho, Petro es un peligro y ahora se demuestra, una vez más. La oposición venezolana se debe apoyar y no entregar a las manos de Maduro”
Guaidó señaló que viajó en un vuelo comercial a Estados Unidos ante las amenazas a su familia por parte del régimen de Maduro, un hecho del que dará más detalles en las próximas horas. Y aseguró que había ido a Colombia para “llevar la voz de millones que quieren un mejor país, que quieren una solución”.