El factor económico y el segmento de clase a que se pertenezca, juega un papel trascendental en la obesidad infantil. Sin dudas uno de los graves problemas que persigue a la infancia es ese sobrepeso, desde los primeros años de vida.
Pero para llegar a tener una gordura precoz, los niños tienen que ser dependientes de familias pudientes, que tengan facilidades de adquirir una alimentación regular. Se tiene que tomar en cuenta en cualquier análisis, cual es el factor económico que generan los cuadros estadísticos.
La UNESCO, que es la dependencia de las Naciones para la Infancia, está alarmada por los altos grados de obesidad en los niños dominicanos, de América Latina y el Mundo, ojala y tenga los mismo dolores de cabeza con los que pasan hambre.
Compartimos esas inquietudes de la UNESCO, y es positivo que se trabaje para mejorar las condiciones de salud y de vida de los niños, pero no se puede escribir la historia sino se levanta la parte maloliente de la alfombra.
¿Cómo tratar los casos de obesidad infantil en el país, sin ver los cuadros de miseria profunda que tiene nuestra sociedad?. Miles de niños dominicanos tienen como un desayuno ambientado en su indigencia agua de las cañerías mezclada con azúcar negra.
Los últimos informes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas plantean que unos mil millones de personas pasan hambre extrema y viven en la desnutrición crónica en el mundo, a ellos hay que tomarlos en cuenta cuando se hace un balance sobre la obesidad infantil.
Por causa de la falta de alimentos básicos cientos de niños dominicanos tienen problemas de crecimiento, de desarrollo de la inteligencia, de falta de visión, y están llenos de parásitos y sus huesos son débiles. Estos no llegan a la obesidad.
El sobrepeso infantil es un grave problema de la infancia, y tiene que ser enfrentada por las autoridades sanitarias. Todos los niños deben estar estables y seguros para el mantenimiento de su buen crecimiento y su salud.
Pero tenemos que ser realistas y objetivos. Con los cuadros de miseria extrema que tiene el país, es un crimen solo preocuparse de niños obesos y dejar para las estadísticas de las defunciones a los famélicos hijos de los excluidos. La protección de la niñez tiene que ser global. Todo para todos. ¡Ay!, se me acabó la tinta.