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El presupuesto de esta edición es el menor de las últimas cuatro que se realizaron en Lima, Guadalajara, Río y Toronto. Solo respecto a Perú, se estima que el monto sería la mitad.
Por primera vez en la historia Santiago recibe en sus calles los Juegos Panamericanos. La cita regional deportiva más importante ha pasado por 12 países desde su primera versión en el año 1951 en Buenos Aires. Para todas estas naciones ha significado una exhaustiva preparación de infraestructura, producción, conexión, entre otras, variables que se traducen en un costo.
Si bien para Santiago 2023 se había proyectado un gasto inicial de US$ 170 millones, “ahora calculamos que el costo de los Juegos será de US$ 600 millones, donde el 98% corresponde a inversión pública”, dijo Harold Mayne-Nicholls, director ejecutivo de Santiago 2023. Eso sí, no será sino hasta el final del encuentro que podrá corroborarse si se mantiene la cifra.
Comparando, por ejemplo, con Lima 2019, el monto sería al menos de la mitad. En esa ocasión, de acuerdo al Comité Organizador de los Juegos (Copal), el presupuesto ejecutado fue de US$ 1.000 millones, por debajo del monto inicial estimado de US$ 1.280 millones.
Una de las razones por las que ha influido en un menor gasto es que la capital chilena ya contaba con gran parte de la infraestructura deportiva necesaria para esta cita, considerando que ya organizó los Juegos Suramericanos (Odesur) en 2014. Aún así tuvo que construir, entre otras cosas, una Villa Panamericana para los 7.000 deportistas que asisten a la competencia.
En el caso de Toronto 2015, se gastaron alrededor de US$ 2.404 millones (de los US$ 2.500 millones estimados inicialmente), cifra que representa más del doble de lo destinado en Lima 2019 y casi cuatro veces de lo que está presupuestado para Santiago 2023.
En la ejecución se incluyeron temas operativos, capital, y los fondos para mantener y operar las instalaciones después de los Juegos.
El costo más fuerte se destinó a la Villa de los Atletas que albergó a unos 10 mil deportistas entre julio y agosto de 2015, y que luego se convirtió en condominios para residencia estudiantil del George Brown College. Para ello se destinaron US$ 735 millones.
Si bien no hay cifras oficiales que reflejen una auditoría de los gastos en el evento deportivo, un estudio de proyección encargado por la Secretaría de Promoción Económica de Jalisco apunta que la inversión total en Guadalajara 2011 sumó US$ 1.343 millones.
Este monto difiere de los estimados oficiales del propio Gobierno previo a la ejecución de obras, que llegaba a US$ 680 millones.
Según el informe, la Villa Panamericana costó unos US$ 140 millones, de los cuales el 77% lo aportó el sector privado. Otros gastos estuvieron asociados a 28 instalaciones, de las cuales 17 son completamente nuevas, nueve ya existían y al resto sólo se les hicieron modificaciones.
Para los juegos de Río de Janeiro 2007 tampoco se publicaron cifras oficiales. Sin embargo, se estimó un costo de US$ 1.900 millones, de acuerdo a un estudio académico de la Universidad de Guadalajara. Inicialmente, el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva comentó que el Ejecutivo destinó US$ 280 millones solo en seguridad.
Esta edición se caracterizó por ser la primera vez en que una ciudad tenía que organizar de manera consecutiva los Panamericanos y los Parapanamericanos, asegurando las mismas condiciones de hospedaje y competición para los participantes de los dos eventos.
