El expresidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), Martín Concepción, señaló que todos los gobiernos, desde 1996 hasta la fecha, poseen una cuota de responsabilidad del incidente que cobró la vida de 9 personas, debido a que todos tenían conocimiento del informe, ya que fue entregado al Estado.
“Todos los gobiernos desde el 1996 hasta la fecha tienen su cuota de responsabilidad, todos sin excepción, quiero ser muy claro, porque todos los secretarios de Obras Públicas, incluyendo al actual (Deligne Asención) y comenzando por Diandino, tuvieron conocimiento y tienen este informe, porque se entregó”, sostuvo.
Al hacer una relatoría de las evaluaciones de la obra desde el momento mismo de su inicio, indico que ciertamente una comisión del CODIA integrada por Osiris de León, Alexander Holsteinson, Luis Carpio Montas y Antonio Coco Quezada encontró que la principal causa del colapso de la primera vez en 1999, fue provocada por la presión ejercida por el agua sobre la placa.
El ingeniero expresó que, tras registrarse unas lluvias importantes en noviembre de 1999, que provocaron fisuras en parte de placas del muro, se realizó un informe sobre el evento y las causas que desembocaron en el mismo.
Indicando que en aquel tiempo, para la realización del informe, solicitaron al entonces secretario de Obras Públicas, Diandino Peña, los estudios realizados para la construcción de la obra, sin embargo, nunca los recibieron.
“Lo que pedimos a Obras Públicas, que no nos hicieron llegar fueron los estudios de esta obra, que probablemente ninguna de estas obras contara con estudios”, manifestó.
Entre otras cosas, señaló que la falta de estudios sobre una obra de esta magnitud es el resultado de la improvisación. “Eso pasa en las obras de grado a grado, donde existe la improvisación y esta fue una obra de grado a grado y la improvisación trae esas consecuencias”, agregó.
“En ese momento la comisión determinó que el factor principal del colapso de la placa del paramento norte fue la presión hidrostática, una presión de agua sobre la placa que servía de paramento, lo cual se debió por agravado por la interrupción de los drenajes que existían antes de hacer la referida obra, que eran tuberías de 36 pulgadas en dirección este oeste y en dirección de 38 en dirección norte sur (…) se cortaron durante las excavaciones y fueron sustituidas por pozos filtrantes, aparentemente no en suficiente cantidad”, manifestó.
Otras de las causas y deficiencias que desembocaron en aquel entonces en la fisura, y que se reflejaron con las lluvias del sábado, fue que las placas fueron selladas con concreto y detrás de la misma también tenía concreto, en lugar de tener grava suelta, para ayudar a viabilizar el drenaje.
“A estos paramentos no se le hicieron soluciones de drenajes transversal, que debieron tener, colocarles tuberías espaciadas a determinadas distancia en la misma placa, para que cuando pudiera, pudieran salir por el mismo paramento, incluso en la junta de la comisión descubrió que las placas fueron selladas con concreto y detrás de la placa fue sellado con concreto, cuando lo ideal es que se coloque grava suelta, para que sirviera para también ayudar a viabilizar el drenaje”, indicó.
La advertencia en ese momento fue que si no se realizaba una reformulación del drenaje pluvial, las áreas que no fuesen ancladas cederían por completo, tal cual ocurrió más de dos décadas después de la exhortación.
“Es evidente que si no hay una reformulación del drenaje pluvial, que había que hacerla y si no se colocan los drenajes adecuados, las paredes podrían ceder con todo y pernos, si la roca resultaba no ser de calidad, lo cual nunca supimos, porque no existían estudios geológicos o provocar que áreas no ancladas cedan, como lo que vivimos, lo que representa más que una solución al caso, el problema”, aseveró.
En ese sentido indicó que lo recomendable en este caso es realizar estudios a todas las obras de viaducto para analizar los niveles de vulnerabilidad que poseen y prever otros accidentes.
“Sentí mucho dolor y mucha impotencia, porque hace 23 años hicimos un trabajo muy completo, una comisión que integró el colegio a raíz del colapso de las placas del mismo muro, pero del lado este en la parte norte, paramento norte (…) la desgracia que ocurrió donde perdieron la vida nueve seres humanos, vidas valiosas de haberse actuado, de haberse tomado en consideración, de habérsele prestado atención al estudio y recomendaciones que hizo la comisión del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores en el año 1999 pudieron evitarse”, dijo consternado.
Nueve muertos es el balance de la tragedia. Las fallecidos fueron identificadas como Omar Alejandro Méndez Avilés, de 70 años; Solange María Méndez, de 31; el haitiano Bonet Dobelier, de 35; Ramón Martínez Cesani, de 75; Awilda Vásquez Burgos, de 68; María Nereyda Martínez Vásquez, de 32; el puertorriqueño Maicor Osoria; el general Eduardo Cabrera Castillo, de 65