Puerto Príncipe, HAITI.- Si por riqueza minera fuera, Haití tendría con que avanzar en el desarrollo como nación, estudios indican que tiene de todo, hasta petroleo. En los suelos de Haití se encuentran, al menos tres yacimientos de oro situados en el macizo norte (el de Morne Bossa, Faille B y Grand Bois) valorados en aproximadamente 26,8 toneladas, así como yacimientos de cobre, aluminio, lignito, plata, carbonato de calcio (como en Calebasier, Carrefour du Fort y Paillant), etc.
Junto al petróleo y el oro, el iridio es uno de los metales que muchos creen que existen en grandes cantidades en el subsuelo haitiano.
La historia de este metal en el país está ligada al descubrimiento de la formación Beloc, en Jacmel, por el científico haitiano Florentin Maurrasse en los años 1980.
La cantidad de iridum descubierta es “tan pequeña que de ninguna manera puede ser objeto de explotación”, dijo a AyiboPost Claude Prépetit, director general de la Oficina de Minas y Energía.
El director de BME, así como otros tres ejecutivos de la institución, hablaron con AyiboPost el 14 de noviembre de 2023 para separar la verdad de la falsedad sobre el potencial minero de Haití.
De hecho, en Jacmel se descubrió una fina capa de 75 centímetros de espesor que contenía iridio.
La cantidad de iridum descubierta es “tan pequeña que en ningún caso puede ser objeto de explotación alguna”
Según una hipótesis muy extendida entre los científicos, la presencia de esta capa podría estar justificada por la crisis biológica del Cretácico-Terciario, durante la cual un meteorito que transportaba el metal chocó con la Tierra. Esto habría provocado la desaparición de los dinosaurios hace 65 millones de años.
Según información disponible en Internet y frecuentemente citada en los debates en Haití, una tonelada de iridio valdría 45 mil millones de dólares en el mercado internacional.
Para Claude Prépetit, se trata de una información que no se corresponde en absoluto con la verdad. “En realidad, una tonelada de iridio vale alrededor de 171 millones de dólares. O tres veces más que el oro”, afirma.
En realidad, una tonelada de iridio vale unos 171 millones de dólares. Tres veces más que el oro
Muy raro en la corteza terrestre, el iridio se utiliza en la industria electrónica y en las tecnologías espaciales. En 2019, la producción mundial anual fue de solo 8.000 kg.
Con el 83% de la producción mundial, Sudáfrica es el principal productor de iridio del mundo.
La información transmitida sobre las minas en Haití "falta" la mayor parte del tiempo y no permite al público "tener una idea más precisa de la cuestión", analiza el ingeniero geólogo Claude Prépetit.
“No basta con decir que tenemos tal o cual recurso en el sótano. Hay que saber decir en qué cantidad. Y si vale la pena explotarlo”, continúa el especialista.
Mapa del potencial minero y energético de Haití. | BME, marzo de 2018 .
Aunque hoy en día se conoce mejor el potencial minero y energético de Haití , esto no significa automáticamente que sea rico.
“Hay un proceso largo y costoso entre el descubrimiento del recurso en el subsuelo y su desarrollo económico efectivo”, subraya Prépetit.
En realidad, un recurso mineral es una concentración de material presente en estado bruto en la corteza terrestre. Este material se puede extraer según un conjunto de parámetros económicos y geológicos.
Existe un proceso largo y costoso entre el descubrimiento del recurso en el subsuelo y su efectivo desarrollo económico.
El retorno del petróleo a los recursos del subsuelo de Haití se menciona a menudo en los debates sobre el potencial minero y energético del país.
Según Altidor Jean-Robert, responsable de recursos energéticos de BME, circulan muchas informaciones falsas sobre este tema.
“En varias ocasiones me llamaron sobre el terreno para investigar información que sugería que se había descubierto una mina de gas “refinado””, explica a AyiboPost. “Esto demuestra un desconocimiento de la gente sobre lo que realmente es”, analiza Altidor Jean Robert.
Porque, no sólo no se encuentra petróleo en estado refinado en el subsuelo, “sino que en el estado actual de nuestras investigaciones”, continúa, “no podemos estar seguros de la presencia de una reserva de petróleo significativa y explotable en el país. »
Zona de potencial e interés petrolero en Haití.| BME, marzo de 2018 .
Las investigaciones realizadas por varias empresas extranjeras entre 1945 y 1977 en Haití, en particular en Gonâve, Boucan-Carré y en la llanura de Cul-de-sac, permitieron localizar indicios de petróleo en el subsuelo, especialmente en Gonâve.
“Pero, debido a la falta de medios técnicos modernos y de inversiones importantes, las investigaciones no han podido confirmar si existe una reserva importante de petróleo en el subsuelo haitiano”, explica el geólogo a AyiboPost.
En cuanto a la minería en sí, los activistas comunitarios señalan el alto potencial de desastres ambientales para varias generaciones en un país ya frágil, la contaminación, las enormes cantidades de agua que requieren las minas, así como las posibilidades de corrupción a gran escala, que cualquier iniciativa en esta zona podría generar.
Sólo unos pocos recursos mineros de metales raros han sido objeto de explotación real en Haití.
En 1944 y 1955, el Estado haitiano concedió sus dos primeros permisos de explotación a la empresa canadiense SEDREN y a la empresa estadounidense Reynolds para la extracción de cobre en la región de Terranova y de bauxita en la región de Miragoâne. Estas dos operaciones cesaron en 1971 y 1982 respectivamente.
En la década de 2000 se produjo un resurgimiento del interés por la minería en el país.
Así, en 2012, por ejemplo, el Estado haitiano concedió nuevos permisos de funcionamiento a empresas extranjeras.
Se trata de la sociedad minera del Nord’est (SOMINE SA), que obtiene dos permisos de explotación, el primero de los cuales se refiere a una mina de cobre en Terrier-rouge y el otro, a un yacimiento de oro de la falla B en el municipio de Trou du Nord.
Se concedió otro permiso de explotación a la empresa minera Delta SA, que debía explotar el yacimiento de oro de Bossa en Milot y en el distrito de Morin. Estos tres permisos de funcionamiento fueron concedidos en 2012, durante la presidencia de Michel Martelly.
Pero en 2013, una moratoria del Senado canceló estos permisos. Porque según el gran organismo, estos fueron concedidos por el BME al margen de las normas legales.
Desde entonces, las actividades de minería metálica permanecen suspendidas en Haití.
Estos tres permisos de funcionamiento fueron concedidos en 2012, durante la presidencia de Michel Martelly.
Haití tiene al menos tres yacimientos de oro situados en el macizo norte (el de Morne Bossa, Faille B y Grand Bois) valorados en aproximadamente 26,8 toneladas, así como yacimientos de cobre, aluminio, lignito, plata, carbonato de calcio (como en Calebasier, Carrefour du Fort y Paillant), etc.
“Hay empresas interesadas que se ponen en contacto con nosotros, pero no podemos hacer nada”, explica a AyiboPost Hermin Jean-Louis, ingeniero geólogo responsable de minas y canteras de BME.
Si hoy en día sigue sin explotarse, el potencial minero de Haití probablemente reactivará la economía del país, según funcionarios de BME.
"Teniendo en cuenta que hoy en día una tonelada de oro vale 57 millones de dólares en el mercado, esto podría constituir un interesante beneficio inesperado para nuestra economía", subraya Louis Honoré Pierre, asesor técnico de la dirección general de la Oficina de Minas y Energía.
Sin embargo, según los funcionarios, una combinación de factores, incluida la falta de interés por parte del Estado, están bloqueando el impulso del sector minero de Haití.
El BME es la única institución legal autorizada para ocuparse de la investigación y el desarrollo de las riquezas del subsuelo de Haití, ya sea en términos de exploración, investigación y concesión de permisos.
Sin embargo, las condiciones materiales y financieras de esta institución estatal no le permiten llevar a cabo su labor encaminada a impulsar el sector minero en todo el país.
De hecho, en el presupuesto 2023-2024 sólo se le asignan 100 millones de gourdes.
Una cantidad insuficiente para cubrir las exigencias del puesto, según los funcionarios.
“Además, más de la mitad de este dinero se destina al pago de salarios”, afirma Claude Prépetit, director de la BME.
Además, la BME debería disponer de medios de desplazamiento para poder realizar prospecciones y fiscalizaciones en todo el país.
“Por el momento sólo tenemos unos pocos vehículos. Sumado a esto, buena parte de nuestro personal ha abandonado el país. Lo que empeora las condiciones de funcionamiento de la institución”, explica el ingeniero Claude Prépetit.
Las leyes tampoco son adecuadas.
La legislación minera haitiana data de 1976. Una nueva ley de minería está pendiente de ratificación en el Parlamento desde 2014. La ley de canteras, por su parte, data de 1984.
Para Claude Prépetit, “se trata de un marco jurídico obsoleto que ya no se sostiene. »
