SANTO DOMINGO, RD. -El turismo de salud se ha convertido en una lucrativa industria que crece y se expande en República Dominicana con altos niveles de credibilidad y solvencia económica y profesional.
Estudios promovidos por la Asociación Dominicana de Turismo de la Salud resaltan las ventajas comparativas en relación con otros países de América Latina y del Caribe; así como, los desafíos y retos que deben enfrentarse para convertir al país en un destino de turismo de salud y bienestar competitivo, sostenible y reconocido internacionalmente.
El turismo de salud se consolida en República Dominicana como una actividad en pleno crecimiento a nivel internacional, íntimamente relacionado con la globalización de los servicios de salud, el envejecimiento poblacional y la tendencia de los pacientes de procurar tratamientos estéticos y médicos accesibles y costo efectivos.
Entre los principales servicios que buscan los viajeros de salud a nivel mundial, se encuentran: los odontológicos, como implantes dentales; la cirugía general, la plástica, la cardiovascular y la ortopédica; los oftalmológicos; los tratamientos para la infertilidad y el cáncer; los procedimientos para la pérdida de peso; las consultas, estudios y evaluaciones generales.
En el ámbito del bienestar, los servicios más demandados son los relacionados con la vida y alimentación saludable, yoga, spa, meditación, hidroterapia y cosmeatría, entre otros.
El desplazamiento de personas de sus respectivas localidades y regiones por motivos de salud ya sea, por razones médicas o de bienestar, tiene implicaciones logísticas, culturales, bioéticas, legales, así como, en lo que respecta a los derechos y deberes de los turistas de salud y la calidad de los servicios ofertados.
El efecto transversal del desarrollo apropiado del turismo médico en un país contribuye a: fortalecer la medicina local, mediante el cumplimiento de normativas locales y certificaciones y acreditaciones Internacionales; implementar estándares; promover la competencia por calidad, innovación y resultados; construir nuevos centros ambulatorios y hospitales de tercer nivel con alta tecnología y hoteles wellness; captar divisas e inversión extranjera; apoyar la transferencia de tecnologías y conocimiento y generar nuevos empleos y encadenamientos productivos.
Se estima que República Dominicana compite con importantes mercados de turismo médico de América Latina son: México, Costa Rica, Colombia, Brasil, Cuba y Panamá.
y. Algunas de las prácticas de dichos destinos constituyen el desarrollo de políticas y programas de fomento de certificaciones y acreditaciones internacionales y conformación de alianzas público-privadas y clústeres, los cuales reúnen a los integrantes de la cadena de valor para una mejor adecuación de la oferta en beneficio de la población local y turistas que los visitan.
Por su parte, República Dominicana ha ido dando pasos en cuanto a su posicionamiento como destino de turismo de salud, según el Medical Tourism Index (MTI) 2016-2017, que es un ranking bianual elaborado por The International Healthcare Reserch Center (IHRC), con la colaboración de la Medical Tourism Association (MTA), el país se ubica en la posición número 15 de 41 países que fueron estudiados, encabezando la región del Caribe.
La oferta de República Dominicana para la asistencia de pacientes internacionales, se fundamenta sobre todo en hospitales privados con tecnología de vanguardia y clínicas de cirugía plástica y consultorios odontológicos. No obstante, ningún hospital ni clínica privada cuenta actualmente con la acreditación internacional de: Joint Commision International (JCI), Health Standards Organization (HSO), ni de Global HealthCare Accreditation (GHA); algunos de ellos en proceso de su obtención.
A excepción, del Instituto Espaillat Cabral (clínica oftalmológica) que cuenta con la acreditación internacional Healthcare Facilities Accreditation Program (HFAP). Resulta de gran importancia que se trabaje en la promoción de la salud y prevención de enfermedades e infecciones, desarrollando programas efectivos que velen por el cumplimiento de los criterios de habilitación.