No debería ser noticia casi en el cambio de año, pero lo es: el big three de los Suns coincidió en pista, por fin. Es solo la tercera vez (31 partidos), la segunda en un partido completo porque después de su estreno tardío, el 13 de diciembre, Bradley Beal se volvió a lesionar en el segundo partido de los tres juntos.
Esta vez la cosa fluyó, no hubo contratiempos y los Suns, que tan azotados han estado en las últimas semanas, se dieron un respiro y una pequeña alegría: 133-119 contra unos Hornets que ayudaron, claro.
Es su décima derrota consecutiva (7-23). Los de Carolina no ganan desde el 8 de diciembre y los Suns han enlazado dos victorias (16-15) por primera vez en diciembre. Más vale tarde que nunca.
Con LaMelo Ball y Gordon Hayward lesionados, vuelve a ser una temporada de muy pocas buenas noticias (casi ninguna) para los Hornets. Terry Rozier, que sigue allí, anotó 42 puntos con 8 triples y repartió 8 asistencias.
El número 2 del draft, Brandon Miller, sumó 20 puntos, y el equipo de Steve Clifford entró con docilidad en el redil de unos Suns que no tienen que mirar el DNI del rival: necesitan ganar, buenas noticias y sensaciones al alza. Y tuvieron un poco de todo eso. Ya vendrán pruebas más duras.
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No solo regresó Beal: con Jusuf Nurkic también de vuelta, Frank Vogel tiene al que parece ya claro que será su quinteto si dejan de apilarse contratiempos, con Grayson Allen como escolta, el big three y un Nurkic que sabe aprovechar (si aguanta el físico) la fisonomía de esa unidad en pista: bloqueos, pases y buena producción (24 puntos, 15 rebotes). Kevin Durant sumó 21 puntos y 11 asistencias sin forzar la máquina, Devin Booker tuvo más tiros liberados (35+7) y Bradley Beal pareció con buen tono físico, aunque todavía poca puntería (6 puntos, 7 asistencias, 30 minutos por fin en pista).
El ataque, un quebradero de cabeza durante las oscuras últimas semanas, tuvo fluidez. Los Suns habían superado los 100 puntos ya en el tercer cuarto y pasaron de 130 sin problemas y con siete triples (21 puntos) desde el banquillo de Eric Gordon, otro de los que se había quejado públicamente de su situación.
Los de Arizona reciben ahora a Magic y Blazers antes de meterse en otro tramo duro del calendario, así que en los próximos días veremos cómo de reales son los brotes verdes y, sobre todo, cómo de real es que, por fin, el big three está ensamblado.
Los exámenes, a partir de ahora, serán con fuego real.