El primer ministro eslovaco, Robert Fico, está estabilizado pero aún sigue “muy grave” por los disparos recibidos el miércoles en un intento de asesinato, indicó este jueves el vice primer ministro Robert Kalinak.
“Los médicos lograron estabilizar al paciente por la noche”, dijo Kalinak, quien también detenta la cartera de Defensa.
“Desgraciadamente, su estado es aún muy grave pues las heridas son complejas”, agregó en rueda de prensa frente al hospital Roosvelt de Banska Bystrica, en el centro del país.
El dirigente, de 59 años, se sometió el miércoles a “una operación de cinco horas”, precisó la directora del establecimiento, Miriam Lapunikova, confirmando que sigue “verdaderamente muy grave” y que permanecerá en cuidados intensivos.
Robert Fico recibió varios disparos el miércoles por la tarde, al comienzo de una reunión de su gabinete en Handlova, en el centro de Eslovaquia, según su página oficial de Facebook.
El atentado causó gran conmoción en el país centro-europeo, y una oleada de condenas internacionales.
Según Kalinak, se trata de un “ataque político” al que habrá que “reaccionar en consecuencia”.
La policía detuvo al sospechoso, un hombre de 71 años que los medios eslovacos identificaron como un escritor local. De momento, no se filtró ninguna información sobre su motivación.
Kalinak anunció que durante el día proporcionaría más información sobre la situación del primer ministro.
El ministro, uno de los colaboradores más próximos de Fico informó que hoy a las 9:00, hora local, se celebrará una reunión del Consejo de Seguridad del Estado.
Aún no se ha determinado quién asumirá las competencias del jefe del Gobierno en esta situación.
De momento, la actividad parlamentaria se ha cancelado hasta el martes, cuando este jueves estaban pendientes de votación controvetidos proyectos de ley muy criticados por la oposición progresista y liberal.
Dicha oposición canceló una protesta callejera contra la abolición del ente público RTVS que se tramita en el Parlamento eslovaco a iniciativa del Gobierno de coalición entre nacionalistas de izquierdas y ultraderechistas
“No estoy de acuerdo con la política del Gobierno. La RTVS está siendo atacada y mucha gente está presentando la dimisión”, dijo a la cadena TA3 el supuesto tirador, Juraj Cingula, cuando era llevado a comisaría a declarar.
Varios miembros del Gobierno han asegurado que el ataque a Fico es político y han acusado a la oposición de caldear el ambiente con sus críticas.
El país ha visto protestas multitudinarias en las últimas semanas contra decisiones controvertidas del Gobierno de izquierda nacionalista y ultraderecha como el cierre de la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba a miembros del partido de Fico, y los planes para clausurar la RTVS.
Fico ha sido desde hace tiempo una figura divisiva en Eslovaquia y más allá, pero su regreso al poder el año pasado con una plataforma prorrusa y antiestadounidense provocó más preocupaciones entre los demás miembros de la Unión Europea de que alejaría aún más a su país de Occidente.
Su gobierno suspendió el envío de armas a Ucrania, y a los críticos les preocupa que haga que Eslovaquia, una nación de 5,4 millones de habitantes que pertenece a la OTAN, abandone su curso prooccidental y siga los pasos de Hungría bajo el primer ministro Viktor Orbán.
El presidente electo Peter Pellegrini, aliado de Fico, calificó el hecho de “una amenaza sin precedentes contra la democracia eslovaca. Si expresamos opiniones políticas con pistolas en la plaza y no en los centros de votación, estaremos poniendo en riesgo todo lo que hemos construido juntos en 31 años de soberanía eslovaca”.