Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y sus aliados están siguiendo un aumento de las operaciones de sabotaje de bajo nivel en Europa que, según ellos, forman parte de una campaña rusa para socavar el apoyo al esfuerzo bélico de Ucrania.
Las operaciones encubiertas han consistido principalmente en incendios o intentos de incendio en una amplia gama de lugares, como un almacén en Inglaterra, una fábrica de pintura en Polonia, viviendas en Letonia y, lo más extraño, una tienda de Ikea en Lituania.
Pero también se ha detenido a personas acusadas de ser operativos rusos acusados de planear atentados contra bases militares estadounidenses.
Aunque los actos puedan parecer aleatorios, los responsables de seguridad estadounidenses y europeos afirman que forman parte de un esfuerzo concertado de Rusia para frenar las transferencias de armas a Kiev y crear la apariencia de una creciente oposición europea al apoyo a Ucrania. Y los funcionarios dicen que el brazo de inteligencia militar de Rusia, el G.R.U., está dirigiendo la campaña.
Los ataques, al menos hasta ahora, no han interrumpido el flujo de armas a Ucrania y, de hecho, muchos de los objetivos no están directamente relacionados con la guerra. Pero algunos funcionarios de seguridad afirman que Rusia está tratando de sembrar el miedo y obligar a las naciones europeas a añadir seguridad a lo largo de la cadena de suministro de armas, añadiendo costes y ralentizando el ritmo de las transferencias.
La OTAN y los líderes europeos han venido advirtiendo de la creciente amenaza. El Primer Ministro de Estonia, Kaja Kallas, dijo la semana pasada que Rusia estaba llevando a cabo una “guerra en la sombra” contra Europa. El Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, anunció la detención de 12 personas acusadas de llevar a cabo “palizas, incendios provocados e intentos de incendio” para la inteligencia rusa.
Y el Primer Ministro de Noruega, Jonas Gahr Store, afirmó que Rusia representa “una amenaza real y grave”, después de que su país advirtiera de posibles ataques dirigidos contra productores de energía y fábricas de armas.