
República Dominicana-El Viernes Santo es una de las más representativas y profundas conmemoraciones del catolicismo, es el quinto día de la Semana Santa. Día en que se recuerda la muerte de Jesús de Nazaret.
En este día, la Iglesia Católica manda a sus fieles guardar ayuno y a abstenerse de comer carne como penitencia.
La Iglesia Católica hoy celebra la "Liturgia de la Pasión del Señor" en lugar de la eucaristía, cerca de las tres de la tarde, hora en la que Jesucristo murió en la cruz. Aunque, por razones pastorales puede celebrarse más tarde, pero no después de las seis.
El Viernes Santo es, fundamentalmente, un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión de Jesucristo en el Calvario, quien se sacrificó para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna. A partir de entonces, la cruz se ha tomado como el símbolo de la gloria para la adoración de los católicos.
Este día, en las iglesias, las imágenes, principalmente el crucifijo, se cubren con tela morada en señal de la ausencia de Jesús. Mientras, la imagen de la Virgen María se viste de negro como muestra de luto por la muerte de su hijo.
También es costumbre de los católicos rezar el viacrucis y meditar sobre las siete palabras de Jesús en la cruz, así como participar en la liturgia de adoración a la cruz, y acompañar a Jesús en el sufrimiento.
Durante la noche, se conmemora la muerte de Cristo con himnos solemnes, oraciones de acción de gracias, así como un mensaje centrado en el sufrimiento de Cristo por nosotros.
Una de las tradiciones más populares del Viernes Santo es la representación del viacrucis, dramatizada con actores, donde se revive el recorrido de Jesús hasta el Calvario.
El Viernes Santo, el sacerdote y el diácono visten ornamentos rojos, en recuerdo de la sangre derramada por Jesucristo en la cruz. Los obispos participan en esta celebración sin báculo y despojados de su anillo pastoral.
Antes de iniciar la celebración, el templo se presenta con las luces apagadas, y de no ser posible, a media luz. Mientras que el altar y los laterales se encuentran sin manteles ni adornos y a un costado de éste ha de disponerse un pedestal para colocar en él la santa cruz que será ofrecida a veneración.